En marzo de 1944, 200 prisioneros aliados intentaron fugarse del campo de prisioneros Stalag III en Sagan, Alemania. 76 lo lograron pero 73 fueron recapturados. Para dar ejemplo, Hitler mandó a la Gestapo fusilar a 50 de ellos. Al acabar la guerra, dos de los prisioneros que escaparon reúnen a un grupo de aliados para dar caza a los oficiales de la Gestapo que llevaron a cabo la matanza.