Mr. Bean: La Serie Animada

Mientras Mr. Bean toma fotos de la naturaleza con su cámara, se enfada cuando la naturaleza se pone contestataria.

Bean descubre que, en el mundo del crimen organizado, un osito no siempre es un osito. A veces es un conejo.

Mr. Bean no encuentra lugar para estacionar. Así que se fabrica uno.

Mientras cava en busca de un tesoro enterrado, Mr. Bean queda atrapado en un pozo demasiado profundo como para salir.

A Mr. Bean se le despierta el bichito de la pintura. Y también se despiertan varios bichitos más... y moscas y babosas y ratones.

Bean pierde una batalla perdida con una bestia alada del Infierno.

Es la batalla de los mimos.

Mr. Bean descubre que la higiene puede ser un asunto sucio.

Cuando Mr. Bean se compra un pájaro, la casera siente olor a pescado.

Para Mr. Bean, tomar sol demuestra ser una actividad agotadora.

Unos decibeles diabólicos distraen a Mr. Bean.

Mr. Bean descubre que tiene más de un resorte en los pies.

Mr. Bean descubre que el fabuloso aire libre no siempre es tan fabuloso.

El pasatiempo de Mr. Bean cae en llamas luego de una batalla por la supremacía aérea.

Durante una visita el Palacio de Buckingham, Mr. Bean conoce a la señora de la casa.

Mr. Bean abre el baúl de los recuerdos.

Un extraño animal rosa molesta a Mr. Bean, que se vuelve amigable cuando la criatura muestra su verdadera personalidad.

Si Mr. Bean te invita a cenar, probablemente sea mejor que lleves tus propios sándwiches.

Mr. Bean llega a la cima... y se queda atascado.

Cuando Mr. Bean intenta ser su propio dentista, se atraganta con la dificultar de la situación.

El pelo de Mr. Bean tiene un mal día.

La búsqueda de Bean por llevar una vida tranquila termina en una enorme discusión.

Mr. Bean descubre que estar en un hospital no siempre es un lecho de rosas.

Mr. Bean tiene que reemplazar al gato de su casera luego de un "accidente" desafortunado.

Mr. Bean construye un súper carrito de supermercado.