Meiji Tokyo Renka

Mei siempre fue una joven agradable y amistosa, rodeada de amistades y sonriente. Todo cambió cuando en una fiesta de su cumpleaños reveló que podía escuchar voces de seres que sus amigos no podían ver, lo que hizo que todos dijeran que hablaba con fantasmas. Muchos años después esa maldición todavía sigue a Mei, quien se ha resignado a vivir aislada, ignorar las voces y sobrevivir como pueda...

Mei intenta buscar la forma de volver a su época mientras vive con Ougai Mori y otro joven que habita en su casa. Es entonces cuando descubre dos cosas: que ella es una Tamayori y que para volver necesita algo...

Yakumo-san quiere que Kyoka-san, quien también es Tamayori, le ayude a comunicarse con un fantasma con el cual tenía una amistad cuando era niño, pero la aparición de Mei en escena hará que sea ella la receptora de la petición.

La ardillita sigue sorprendiendo a Ougai, en esta ocasión con su inglés, sus modales en la mesa y sus conocimientos sobre Shakespeare.

Mei quiere aprender a ser una dama de noble familia para estar al nivel de Ougai, así que entrena duramente con Otoyakko, quien usará mano dura para arreglar ese desastre con piernas que es Mei... al menos según los estándares de esa época.

Llega la fiesta de Otoyakko y Mei se prepara para hacer de geisha, aunque cuando descubre que Ougai-kun también estará en la fiesta, la preocupación puede con ella.

Una intensa lluvia azota la ciudad y Mei no tarda en descubrir que es culpa de Shirayuki-hime, quien ha escapado de una de las obras de Kyoka-san para poder ver a su amado.

Cuando Mei sale con Shunso a buscar nuevamente al gato negro, un encuentro con Yakumo los llevará a un misterioso "café de gatos" que solo él conoce y que... resulta no ser lo que debía ser.

Ougai parece muy ocupado escribiendo una nueva novela y Mei quiere pasar más tiempo con él, pero en realidad es que este teme que ella desaparezca igual que apareció. Mei por su parte comienza a pensar que no quiere volver a su mundo.

Ougai es incapaz de seguir escribiendo, puesto que eso implica enfrentar su pasado y al que fue el amor de su vida, lo que hace que Mei se preocupe por él.

Cuando la ardillita va a llevar a Shunso unas cosas que olvidó en casa, descubrirá algo sobrecogedor sobre el joven.

Mei ha decidido que quiere quedarse con Ougai-san, y echando la mirada atrás, recuerda cuánto ha cambiado al llegar a esta nueva época y conocer a todos. Es la hora de que Ougai la presente públicamente como su prometida.