A Lull in the Sea

Nos encontramos en un mundo donde los seres humanos originalmente vivían en el mar, pero algunos decidieron irse hacia la tierra. En el presente, Manaka y Hikari, dos habitantes del poblado del mar, deben ir a estudiar a una escuela de la superficie, con todos los choques culturales que eso representa.

Manaka cada vez se lleva mejor con Tsumugu, lo que hace que Hikari sienta celos de él y se enfada con Manaka. En el medio de esta situación los chicos hablan sobre qué es lo que le sucede a quienes deciden formar pareja con alguien de la superficie.

Hikari se empieza a sentir mal por su hermana, quien puede ser desterrada del pueblo, así que va a hablar con su novio en la superficie. Mientras tanto Manaka no está segura de sus sentimientos por Tsumugu.

Los chicos del mar siguen en sus problemas con los de la superficie, y tras un acto de vandalismo, las cosas se ponen peor, aunque no todo es lo que parece.

Mientras Chisaki ya no puede seguir ocultando sus sentimientos por Hikari, Akari sigue queriendo terminar su relación, lo que molesta a Miuna.

Chisaki está distante y Manaka se encuentra muy preocupada por ello. Hablando con Tsumugu, recuerda otra ocasión en la que Chisaki se enfadó con ella, el Tomoebi.

Los chicos quieren hacer el Ofunehiki a como dé lugar, lo que los une más y también sirve para que vean el rencor que hay entre los adultos del mar y los de la superficie.

Miuna quiere reconciliarse con Akari, y para eso Hikari le sugiere que le compre un regalo. Al día siguiente todos van a la ciudad a buscar uno.

La nieve cálida sigue cayendo en la superficie lo que provoca que la gente del mar se altere y decida no volver a la superficie, causándole problemas a los chicos, quienes quieren hacer el Ofunehiki.

Uroko explica las consecuencias de la caída continua de la nieve cálida, lo que pone muy nervioso a Hikari, quien se niega a aceptarlo y quiere celebrar el ofunehiki para ver si puede evitarlo.

La gente del mar se va preparando para dormir, mientras los de la superficie buscan alguna salida y le piden a Hikari de hacer el Ofunehiki. Mientras tanto, Akari va preparando su boda.

Se sigue acercando la hora de hibernar y la boda de Akari, lo que hace que muchos reflexionen sus sentimientos y los digan en voz alta.

Finalmente llega el día de la hibernación y la celebración del Ofunehiki con Akari como la Ojoshi-sama...

Han pasado cinco años desde el Ofunehiki y desde que los habitantes de Shioshishio hibernaran. Chisaki, de ahora 19 años, va a visitar al abuelo de Tsumugu al hospital, sin saber nada sobre Hikari ni Manaka.

Luego de despertar, Hikari se da cuenta de que todo ha cambiado, e intenta adaptarse al nuevo mundo que se le presenta.

Miuna aún no se acostumbra a tener a Hikari de vuelta y no está del todo segura respecto a sus sentimientos.

Con la vuelta de Kaname a la superficie, se activan las viejas relaciones y amores que lo rodeaban.

Hikari, Miuna y Kaname logran llegar a Shioshishio y exploran el silencioso lugar.

Hikari está muy entusiasmado por el regreso de Manaka, lo que reflota viejas inseguridades en Chisaki.

Hikari sigue buscando desesperadamente a Uroko-sama con el fin de lograr despertar a Manaka, acumulando cansancio y dejando de lado todo lo demás, cosa que no le resulta agradable a Miuna.

Manaka despierta repentinamente mientras Hikari y Miuna discuten. Ellos dos se muestran muy sorprendidos ante esto, pero Manaka actúa como si no hubiera cambiado nada y sonríe. Además del hecho de que no sabe que su Ena desapareció, se ve muy bien y se decide que se quedará en la casa de Itaru.

Todos emprenden la búsqueda de Uroko-sama, quien suponen está en la superficie.

Todos intentan buscar una solución a la situación de Manaka, lo que provoca ciertos roces entre algunos.

Tsumugu piensa en un posible método para recuperar los sentimientos de Manaka.

Hikari y los demás deciden realizar otro Ofunehiki para intentar que Manaka recupere sus sentimientos. Un día antes del festival, luego de escuchar de que el collar tiene los sentimientos de Manaka, Akira lo deja caer sin querer al mar.