En 1931, tres chicas aborígenes australianas –Molly, Gracie y Daisy– son raptadas por la policía para ser formadas en una institución gubernamental para trabajar como empleadas domésticas al servicio de la sociedad blanca. Al llegar les dicen que no tenían ya madres. Las tres niñas se escapan y emprenden una odisea de mil quinientas millas para poder regresar a casa.