Durante el verano de 1974, un joven vive su particular viaje iniciático en medio de la desolación oxidada de Santuchu, un barrio industrial de Bilbao, con Franco aún vivo y los conflictos políticos y sociales a flor de piel. Asier, un adolescente daltónico, se propone hacer un retrato a la chica de la que está enamorado.