Nasdrovia

Edurne y Julián sienten que han desperdiciado sus mejores años defendiendo a criminales y quieren cambiar de vida. Cuando por azar conocen a Franky, un chef especializado en cocina rusa, y les propone abrir un restaurante se lanzan de cabeza.

Boris llega al Nasdrovia acompañado de Yuri y Vasili cuando el restaurante está a punto de cerrar y aunque Edurne intenta librarse de ellos, no lo consigue. A Boris le fascina la cena y les dice que a partir de ahora será habitual.

Edurne y Julián se dejan llevar y acceden a que Boris les eche una mano para que Aleksei, su proveedor de pescado les vuelva a vender producto. Los rusos han entrado en sus vidas completamente.

Boris se apodera definitivamente del Nasdrovia y lo utiliza a su antojo. Edurne y Julián piensan en hablar con la policía, pero Franky les tranquiliza. Además, Boris les anuncia que les dejará en paz a cambio de una última celebración familiar.

Edurne y Julián se han dado cuenta de lo peligroso que es Boris. Franky es consciente del peligro, y precisamente por eso les dice que no es para tanto, que son cosas de rusos. Pero deciden que al día siguiente irán los tres a la policía y contarán todo.

Edurne, Julián y Franky preparan la cena de la organización con los hombres de Boris vigilándoles. Los mafiosos llegan a la cena, pero los dueños del Nasdrovia tienen un plan para salir con vida.