Una casa a 10 mil km de Buenos Aires habitada por un ex presidente derrocado y desterrado, por su esposa y futura presidente, y por su secretario que creará a la salvaje Triple A. Una casa que fue el corazón y el cerebro de la resistencia y de la lucha de todo un pueblo, y que cobijó el cadáver de Eva Perón, secuestrado por casi dos décadas.