Juana la virgen

Luego del encuentro con el doctor Michelena, Mauricio piensa en encontrar a la mujer que lleva en su vientre al hijo que él tanto anhela.

David luego de escuchar a Mauricio su conflicto con Carlota, le pregunta si acaso no será la presencia de Juana que hace que su esposa se esté convirtiendo en un problema.

Desireé pregunta a Mauricio si acaso tiene una amante y él sugiere haber encontrado a una mujer que le da lo que no podrá obtener de Carlota.

Juana se enfrenta a Mickey y sus compañeros para advertirles que a pesar de la trampa que le tendieron ella saldrá adelante y los superará a todos.

Carlota llega a la clínica de fertilización para enfrentar al doctor Michelena.

Ricardo le advierte al doctor Michelena de la presencia de Carlota en el consultorio y de la orden expresa de Mauricio para que su esposa no sepa la existencia de la mujer inseminada

David -con evidente molestia- visita a Mauricio. Lo encara; con ironía lo felicita por haber logrado enamorar a Juana.

Mauricio se sorprende cuando David le asegura que Juana se ha enamorado él; David sugiere a Mauricio no hacerle daño pues eso no podría perdonárselo.

Mauricio decide darle a Juana la oportunidad de trabajar en la revista y la muchacha agradece la decisión de Mauricio con un efusivo abrazo y Carlota sorprende a su esposo abrazado a la fotógrafa.

Juana al escuchar de su madre lo que es el amor, concluye en que ella no está enamorada de Mauricio pero se pregunta entonces qué clase de sentimientos la unen a este hombre que la inquieta con su sola presencia.

Mauricio ahogado por una gran tensión decide salir de la oficina y al toparse con Juana se sorprende pues no recordó que ella asistía a su primer día de trabajo.

Juana le hace prometer a su amiga Brandy no comentar en la redacción que ella está embarazada.

Desireé aviva los celos en Carlota al decirle que Mauricio mantiene un affaire con Juana, la fotógrafa, y que la contrató en la revista para mantenerla a su lado todos los días.

Mauricio admite ante Desireé no comprender los celos de Carlota ya que no es Juana la que cambió su vida sino una mujer embarazada que no conoce y espera al hijo que él tanto desea.

El administrador de la revista se entera de que el verdadero nombre de “Sol” es Juana Pérez, descubre que la muchacha es menor de edad. Juana se sabe en aprietos.

En su oficina, Juana lucha internamente con sus sentimientos. David se disculpa por celarla de Mauricio no obstante el joven le declara su amor. Juana incómoda le hace saber que sólo pueden ser amigos.

Mauricio recibe la llamada de Gamboa quien le indica que ya encontró a Juana Pérez. Mauricio intenta esconder su emoción ante su esposa quien lo enfrenta al creer que fue la fotógrafa quien lo llamó.

Mauricio se impacta al descubrir que Sol no es el verdadero nombre de la fotógrafa, sino, Juana.

Mauricio no sale de su asombro al verificar que el retrato hablado que le dejara Gamboa pertenece a Sol.

Tras escuchar los toques en la puerta, Juana advierte que ella abrirá. La joven Pérez observa incrédula al visitante que no es otro que Mauricio, quien la mira como por primera vez.

Los niños junto a Juana y Mauricio dan inicio al partido de Fútbol. Rafael, que viene más atrás, se acerca y saluda a su amiga. Sol se muestra confundida al saber por el niño que Mauricio es su padre adoptivo.

Ricardo aconseja a Mauricio para que hable con Juana y confirme si aún está embarazada. Ante esta confusión, De la Vega no tiene otra alternativa que revelar la verdad a Sol.

Mauricio se desconcierta al escuchar a Carlota, quien se disculpa por celarlo y le pide una nueva oportunidad. De la vega no responde. Ensimismado recuerda la declaración de amor que Juana le hiciera. Mauricio está confundido ante esta nueva sensación.

A solas, Mauricio insiste en que él también tiene motivos de querer mantener a Juana cerca. Es la única mujer que puede darle lo que más desea en la vida: un hijo.

Juana ansiosa escucha el timbre de la puerta. Abre contrariada al creer que se trata de Nicolás. Su rostro se transforma ante la presencia de Mauricio. Ambos se miran intensos.