Farmacia de guardia

Pili se encuentra con una gran tristeza, ya que su novio Adolfo Ponce se va a Australia. Mientras tanto, toda la familia hace lo posible por hacerla sentir mejor.

Don Ricardo, harto de que esté tan controlado, decide abandonar su casa. Finalmente, doña Rosa consigue hacerle volver, pero los roles cambian radicalmente.

Lourdes abandona un tiempo la farmacia. Adolfo viene con aires de crear uno de sus famosos negocios millonarios, e intenta tentar a Carlos para que invierta dinero en su empresa.

El tío de Adolfo, Patricio, acude a visitar a su sobrino. Adolfo, en su ánimo de aparentar ser una familia ejemplar, decide sobornar a sus hijos y simular un casamiento feliz con Lourdes.

Comienzan los procesos de selección para la nueva ayudante de farmacia. Lourdes, a pesar de las numerosas entrevistas, no consigue encontrar a una chica que dé totalmente con el perfil.

La nueva ayudante, Reyes, se queda por primera vez sola en la farmacia. Empiezan a llegar varios clientes a la vez, que, junto con la llegada de medicamentos y un corte en el momento menos oportuno, provocan un colapso y descontrol total.

Cuin empieza a adaptarse a su puesto. Mientras tanto, Lourdes comienza una investigación para saber quién se ha dedicado a llamar a números calientes con el teléfono de la farmacia.

Lourdes empieza a recibir regalos fúnebres a la farmacia, relacionados con la muerte de Adolfo. Sospechan que los remitentes puedan ser las personas a las que Adolfo debe dinero por deudas del juego.

El travieso de Guille utiliza a dos amigos suyos gemelos para llevar a cabo trucos, que, aprovechando la visita de su profesor, lo descoordinarán y acabarán haciendo que parezca todo un loco.

Una chica con una quemadura acude a la farmacia. Desde el primer momento Kike fija su atención en ella, y con mucha astucia, consigue llevarla a la rebotica y pedirle una cita.

Todos preparan regalos de cara a la celebración del cumpleaños de Guille. Unos regalos de lo más sorprendentes, contando con que a Alfonso se le ha olvidado por completo el cumple de su hijo.

Guille y su pandilla aprovechan que Lourdes no está para invitar a unas chicas a comer y, así, poder besarlas, pero, al final, resulta que Kike y Adolfo también aprovechan la situación para invitar a sus nuevos ligues.

Romerales y Encarni llevan a la farmacia a un hombre al que le acaban de atracar en su oficina y le dan una tila para conseguir calmarle. El banco ofrece una recompensa por cualquier pista.