Farmacia de guardia

Acaban de llegar los disfraces a la farmacia para la cabalgata. Vecinos y amigos acuden a probárselos. La paz se acaba cuando Mateo, uno de los vecinos, sale al balcón.

La farmacia de Lourdes es la responsable de organizar la cabalgata de ese año. Pero, surge un contratiempo y menos mal que un Rey Mago, Melchor, acude a la farmacia debido a un tremendo dolor de muelas.

Antes de salir, Lourdes le dice a Reyes que ha dejado el dinero guardado "donde siempre". Varios clientes pasan por la farmacia y al cabo de un tiempo Reyes se da cuenta que el dinero no está en la caja.

Guille tiene una nueva obsesión "detectivesca" a raíz de unos fascículos de pistas y pruebas que le trae Adolfo. Lourdes, harta de la nueva afición de su hijo, le tiende una trampa.

Adolfo no para de ir al baño en todo el día con cara de preocupación, algo que despierta la curiosidad de Lourdes y sus dos hijos. Mientras tanto, Adolfo intenta arreglar su "problemilla".

Juanito está enamorado de Encarni, pero es demasiado tímido y no sabe cómo enamorarla. Adolfo decide echarle un cable a Juanito para financiar así una deuda que tenía con él.

Kike se vuelve un obseso de la lengua española y anda todo el día corrigiendo a todos a la hora de hablar, convirtiéndose así en el inquisidor del lenguaje.

Guille quiere hacer una peli sobre la vida, y qué mejor manera que coger a Posidio como actor para un reality show. Máxima y Maximina acuden a la farmacia a preguntar por Posidio, quieren que vuelva a casa y abandone su chabola.

Guille se ve obligado a robar las preguntas del examen de la cartera de Carapedo para que toda la clase pueda aprobar. Adolfo se propone ayudar a su hijo Guille en esta misión, trazándole un plan.

Doña Paquita, Consuelito y sus amigos del centro de la tercera edad, están preparando un viaje para ir a la playa, pero no disponen de presupuesto. Lourdes, Adolfo, Reyes y demás organizan una fiesta en la que cada uno tiene que hacer un espectáculo, y lo que recauden será para el viaje.

Herminia, la madre de Fani, está acostumbrada a chantajear a sus antiguos amantes diciendo que Fani es hija suya para pedirles dinero. Adolfo, convencido de que no es su hija, intenta explicárselo a Lourdes, pero ésta, después de todo lo que ha pasado con él, no le cree.

La familia Segura se reúne en casa por nochebuena, pero, gracia a Guille, a la cena se une un invitado muy especial: un mendigo.

El día de nochevieja la farmacia no tiene guardia. Pero, dos delincuentes: Margarito y un compinche, no dudan en asaltarla.