Es septiembre de 1963 y el Instituto Voltaire se está preparando para otro año escolar. Por primera vez darán la bienvenida a once alumnas, todas en primer año. Aunque el director esté encantado con esta nueva experiencia, al superintendente Bellanger no le convence. Él y su esposa Jeanne, la enfermera del instituto, pronto tendrán que lidiar con los imprevistos de la coeducación.

Es un gran día para los de primer año: es su primera clase de Educación Física, que les tiene sorpresas reservadas a las chicas. Además, se elegirá al delegado de la clase. También es un día difícil para Bellanger: es el día de la audiencia disciplinaria de su sobrino y debe vigilar de cerca las dificultades que sufre la señorita Couret, la nueva maestra de inglés, en sus intentos por encajar.

Esta semana, los estudiantes deberán preparar una exposición en parejas. Simone se alegra de ver a Jean-Pierre mientras trabaja en casa de Michèle. Annick conoce al nuevo novio de su madre, pero desconfía de él. Se acerca el partido de fútbol entre estudiantes y maestros, pero este año será diferente: Bellanger será el árbitro y ¡habrá una mujer en el campo!

Bellanger está feliz de volver a clases luego de las vacaciones de Navidad, pero hoy los chicos están inquietos. La situación enfurece a Michèle, a quien le gustaría saber qué es lo que “te deja ciego” y no soporta que la traten como a una niña. Cuando la fuente de toda esta conmoción se revela en la clase de inglés, Couret y Bellanger tienen que unirse para abordar este problema de disciplina.

Esta noche, Jeanne va al teatro con Denise. Allí conoce a Irène, una actriz que le toca la fibra. En su camino de regreso, Denise se cruza con Bellanger, quien la acompaña a casa y le cuenta sobre su vida amorosa. Mientras tanto, en la casa de los Couret, a la familia de Camille les está costando entender el repentino cambio en su vida: todo iba muy bien entre ella y Francis...

Annick, renuente a diseccionar ranas, sugiere robarlas a cambio de una clase particular de una hora con ella. ¡Eso es motivación suficiente para los chicos! “La sobrina del superintendente” vuelve a quedar por fuera. Entre dos viajes al baño debido a los fuertes dolores menstruales, Simone le dice a Michèle que debería robar las ranas ella misma para demostrarles a todos que no es una buena chica.

Michèle está muy molesta con Jean-Pierre y Simone, pero por suerte Laubrac está ahí para ella. Michèle entra al salón de los del último año, donde les cuenta a todos lo que presenció en el cine y el rumor se riega. Se acerca el concurso regional de latín y Jean-Pierre sabe que no puede darse el lujo de arruinarlo...

Los padres de Michèle están preocupados porque aún no ha vuelto. El director le da a Bellanger un ultimátum: si Michèle inició los rumores sobre Jeanne, debe hablar con ella hoy. Paul se entera de que su sobrina y su protegido se fugaron y va a buscarlos. Pero, en el fondo, admira su audacia. ¡Los estudiantes improvisan una fiesta sorpresa en casa de Pichon para celebrar el final del año escolar!