Cuatro meses luego de la muerte de Lee Rang, Lee Yeon vuelve a ser el zorro de nueve colas, con la condición de que Lee Rang reencarne. Mientras, un visitante no deseado roba la piedra protectora y desaparece por el armario. Lee Yeon lo sigue y aparece ante la Gyeongseong de 1938. Luego se encuentra con Lee Rang, quien de inmediato lo ataca gritando: "¡Muere!".

Luego de salvar a Lee Rang, Lee Yeon no logra volver al presente. Visita a Taluipa de los años 30, quien le pide que trabaje para ella hasta que el portal del tiempo vuelva a abrirse. Así, ambos hermanos abordan un tren para hallar la Flauta Legendaria. A bordo, una mujer espera a Lee Yeon, Shin-ju planea un escape y el reloj de arena indica que el túnel se aproxima.

Hay un gran baúl cubierto con amuletos, y Moo-yeong aparece frente a él. Luego se ve con una niña con los ojos vendados. La pequeña se quita la venda, suena su campana y dice: "¿Dónde estás? ¡Te encontré!". Lee Yeon abre los ojos, la mira fijamente y se despierta gritando. Esa tarde, tras ver a Hong-joo con un ramo de flores, todo se oscurece ante sus ojos.

Una extraña cesta aparece frente a Myoyeongak. Dentro, hay una bebé viva que tiene siete lunares rojos en la frente. Aunque, en secreto, ambos hermanos intentan dejar la cesta en otra casa, cuando regresan, la cesta está en el mismo lugar donde la hallaron. Mientras tanto, el hombre enmascarado roba a la realeza de la minería del oro, en busca de la regla dorada que revive a los muertos.

En Myoyeongak, los detectives que llegaron en busca de la bebé se enfrentan a Lee Yeon y Lee Rang. Se desata una pelea mientras Mi-ho sonríe inocentemente. Entretanto, Hong-joo llega a Manchuria, donde encuentra al Lee Yeon de 1938 intoxicado por el opio. Lee Yeon llama a Ah-eum y Hong-joo se sorprende. Cuando se dispone a marcharse, el Lee Yeon de 1938 le habla y la abraza por la espalda.

Aparece una bolsita roja en Myoyeongak. Es una invitación de Moo-yeong para alguien peligroso. Jook-hyang se da cuenta de que la gisaeng nueva lleva sandalias de paja. Esa noche, Eun-ho y las gisaengs juegan al juego de las esquinas para invocar a varios espíritus. Entonces, la vela se apaga y Eun-ho desaparece. Para recuperarla, los dioses de la montaña y Shin-ju vuelven a jugar al juego.

En busca del Tigre de Jangsan, Lee Yeon y Moo-yeong entran al Camino de los Condenados, donde los cubre un misterioso humo. Los atan y los degüellan sin piedad, tras lo cual despiertan en un estudio de televisión en un programa llamado La novia del Tigre de Jangsan. Cuando intentan huir, se sorprenden al ver a la protagonista salir de una camioneta. Se trata de Hong-joo.

Han pasado días desde lo del tigre de Jangsan. Rang recuerda la advertencia de Moo-yeong. Los mercenarios shinigami llegan a la estación de Gyeongseong con órdenes de capturar con vida a los demonios de Joseon. Mientras tanto, los dioses indígenas se interponen entre Hyunuiong, Yeon y Hong-yoo. Esa noche, Lee Rang oye hablar de un juego en el que no se apuesta con dinero, sino con vida.

Las deidades nativas de Gyeongseong desaparecieron y murieron de repente. En el Myoyeongak, Lee Yeon le dice a Hong-joo que llevará los tesoros al Hotel Bando. Luego de pelear y beber, Lee Yeon le dice lo mismo a Moo-yeong. Entretanto, Hong-joo negocia con el comisionado por la seguridad del Myoyeongak y sus muchachas. Todos los demonios se reúnen en el Hotel Bando para apoderarse de los tesoros.

Las tres deidades de las montañas se enfrentan a Ushiuchibo dentro del cuadro de la habitación 404 del Hotel Bando. Hong-joo y Moo-yeong vomitan sangre al chasquido de sus dedos. Lee Yeon busca un antídoto en el bosque y encuentra a un anciano herido que resulta ser Nyudo, uno de los mercenarios. Cuando este sujeta a Lee Yeon y arroja humo negro, algo increíble ocurre: ¡intercambian cuerpos!

Lee Yeon, en el cuerpo de Nyudo, se asombra al ver que hay cinco mercenarios, no cuatro. Les pide a Oogama y Yuki que ganen tiempo. Nyudo, en el cuerpo de Lee Yeon, atrae a Hong-joo y Moo-yeong. El paradero desconocido de la piedra protectora hace que se enfrenten. Entretanto, la respiración de Yeo-hee se desestabiliza y la ansiedad se apodera de la habitación 302. Azalea se aproxima con una daga.

El Lee Yeon de 1938 sale de un cuarto lleno de humo de opio luego de leer una carta. Yeo-hee y Jae-yoo son secuestrados. Lee Yeon ve al comisionado, quien propone un intercambio. Akira informa a Hong-joo y Lee Rang que de ellos depende qué rehén sobrevivirá. El ambiente se torna tenso cuando Lee Rang se conmociona con las palabras de Hong-joo. En ese momento, Lee Yeon irrumpe en la habitación.