Dos miembros de un equipo de béisbol junior se ven mezclados con la yakuza local. Después de que su entrenador sea herido por la mafia, los dos chicos se van a Okinawa para hacerse con un arma y vengarse. Allí, los dos jóvenes se hacen amigos de un psicótico yakuza retirado llamado Uehara, que tiene una deuda pendiente con la mafia, por lo que no duda en acompañar a los dos chicos a Tokio.