De (mal) viaje con Eugene Levy

Un viaje en trineo lleva a Eugene al Arctic TreeHouse Hotel, donde experimenta la pesca en hielo, conduce en un trineo tirado por huskies, cata vodka y se zambulle en la felicidad.

Eugene se interna en la jungla, donde duerme entre los árboles, se enfrenta cara a cara con mortíferos animales salvajes y supera uno de sus más grandes miedos.

En la ciudad más visitada de Italia, Eugene se hospeda en el histórico Palacio Gritti, hace migas con un gondolero y rememora cuando trabajó con su hijo Daniel.

Un angustioso viaje en helicóptero lleva a Eugene al Amangiri, donde admira la belleza del desierto y establece una relación con la Nación Navajo que lo rodea.

Con la esperanza de lograr mantener el equilibrio, Eugene se hospeda en el ultralujoso Kudadoo: un hotel personalizado en una isla que ofrece “lo que quieras, cuando quieras, donde quieras”.

Eugene se hospeda en un hotel-tren suspendido sobre el parque nacional Kruger y explora las maravillas de la vida salvaje con personas dedicadas a la conservación de especies animales.

Las cosas toman un curso picante en Lisboa, donde Eugene aprende a hacer salsa piri piri. ¿Qué más hay en el menú? Navegación, pintura de mosaicos y una colaboración musical.

Inspirado por su hijo, Eugene viaja a Tokio donde sorbe fideos, practica sumo, recibe entrenamiento sobre tifones y se hospeda en el hotel HOSHINOYA.