Jamillah y Aladdin

Jamillah llega a Bagdad por primera vez accidentalmente chocando con Aladdin, lo que le hace tropezar con Mustafa, el comerciante del mercado, y arruinarle sus mercancias. Mustafa quiere que pague o irá a la cárcel, pero Aladdin no tiene dinero, así que no tiene más remedio que ir a la cárcel! ¿Podrán Jamillah y Aladdin pensar en una manera de escapar?

Tras meter en la cárcel por accidente a Aladdin, a Jamillah se le ocurre un plan brillante para liberarlo. Vestida como un guardia, Jamillah engaña al somnoliento guardia de la celda de Aladdin y consiguen liberarle. Aladdin no puede creer que tiene un genio y corre a través de Bagdad gritando su suerte.

Jamillah y Aladdin van al mercado a buscar una alfombra, para que el Genio la transforme en una alfombra voladora. Desgraciadamente, no tienen dinero. Una anciana se presenta a regalarle una a Jamillah, aparentemente sin pedir nada a cambio.

Jamillah trae globos a Bagdad y todo el mundo está encantado con este nuevo invento, !es un éxito de ventas¡ incluso el gran visir compra uno para la princesa. De repente, escuchan un extraño sonido! Jamillah explica a Aladdin que es lo que sucede cuando un globo explota, pero la gente de Bagdad no está contenta, todos quieren recuperar su dinero.

Jamillah trae un par de walkie talkies a Bagdad. Aladdin pierde uno en un corral de cabras y pronto la gente de Bagdad se ha reunido para escuchar a la increíble cabra habladora. Aladdin y Jamillah se divierten un rato con la broma hasta que el sultán se interesa por la cabra y esta rompe un walkie talkie.

La gallina favorita de Aladdin ha dejado de poner huevos. Su madre decide que es hora de venderla al carnicero, el cual tiene fama de ser temible. Jamillah y Aladino se niegan a vender la gallina favorita de Aladdin, por lo que llaman al Genio para ayudar a Warqa a poner huevos de nuevo. Su hechizo parece funcionar, pero ahora la gallina pone de todo menos huevos!

Aladdin descubre una botella en su patio con la inscripción 'Sésamo - No Abrir'. Los dos niños se mueren de curiosidad por el interior, pero el Genio no comparte su alegría. Les cuenta que Sésamo fue un Genio expulsado de la escuela de Genios. Es Malvado. En esstado de shock por el descubrimiento, el Genio trata de esconder la botella pero termina por romperla sin querer.

Un viajero llega a la ciudad con un pájaro especial a la venta que conoce el paradero de un tesoro. Aladdin quiere desesperadamente hacerse con dicho tesoro, pero no puede permitirse comprar el pájaro. Jamillah llega y ofrece 5 monedas de chocolate de oro que el viajero acepta de buena gana. Tras llevar el pájaro a casa, tratan de hacerlo hablar.

Samir, el encantador de serpientes local, trata sin mucho éxito de controlar a una serpiente de su cesta. Jamillah llega y sorprende a todos. Tras explicar de done viene, Samir se emociona y le pide que le acompañe a ver un un evento astrológico muy raro: una luna de sangre. Pero apra conseguir la mejor vista necesitan salir de la ciudad de noche, y eso está prohibido!

Jamillah aterriza dentro de un hermoso jardín e intenta animar a Aladdin a entrar. Él trata de advertirla de que está en los jardines del palacio y que si la pillan la encerrarán! Desgraciadamente, no hay salida a la vista, y Aladdin corre a pedir ayuda al Genio.

Una enorme tormenta de arena se está acercando a Bagdad. Todo el mundo ha recibido la orden de quedarse en casa y cerrar todo hueco y ventana. Jamillah encuantra a Aladdin apuntalando tablas en las ventanas y sellando las rendijas de la puerta. El Genio odia las tormentas de arenas: Le llenan la lámpara de arena!

Jamillah y Aladdin conocen a un mendigo en Bagdad que les da un anillo de esmeraldas para que lo pongan a buen recaudo. Convencido de que es un ladrón, el Genio y Aladdin insisten en que Jamillah entregue el anillo a las autoridades, podría tener recompensa! Pero Jamillah no es fácil de convencer y va en busca de ayuda.

La Cambiaformas regresa junto a un aprendiz con el que trata de robar la lampará mágica. Transformándose en la madre de Aladdin, engaña a los chicos para dejar desatendida la lámpara, exigiendo al Genio que la obedezca y la haga dueña de Bagdad.

Aladdin se mete en problemas cuando olvida un envío de huevos al mercado. Por suerte, Jamillah le trae una bici. Pero cuando por fin consigue enseñarle a montar en bicicleta rompen los huevos al usarla! El Genio tendrá que conjurar unos huevos nuevos, aunque contienen una sorpresa!

Aladdin y Jamillah quieren ir a la gran fiesta que organiza la princesa, pero no tienen invitación, y menos aún, ropa adecuada. El Genio está convencido de que puede llevarles, así que conjura unos fantásticos vestidos para la fiesta con un incoveniente: desaparecerán con la puesta del sol.

Aladdin ve un par de botas mágicas en el escaparate del adivino, pero no están a la venta. Creyendo que le darán magnificos poderes, Aladdin se las pone y, de repente, no puede parar de bailar! Jamillah y el Genio descubren que una divertida forma de hacer que Aladdin pare y pueda quitarse las botas.

El Emperador de China viene de visita a Bagdad y se les pide a los ciudadanos que impresionen al Emperador. El Genio está encantado...que talento debería mostrarle al Emperador? Jamillah tiene una idea para un número circense, y pide al genio y Aladdin que la ayuden.

Aladdin quiere preparar sopa de pescado para su madre, pero la cola del pescadero es larguísima. Cuando Jamillah aparece vestida elegantemente, decide usar su apariencia para que todos crean que es una princesa y la dejen comprar pescado primero.

Jamillah despierta a Aladdin posando ligeramente una bola de nieve en su cara. Pese a que se enfada al principio, en seguida se le pasa en cuanto ve algo tan asombroso! Agua congelada del cielo! Desgraciadamente, el calor de Bagdad hace que se derrita rápidamente, por lo que el Genio les dice de ir a las montañas con la alfombra mágica.

El mimado sobrino del Gran Visir viene de visita y se organiza una competición para hacerle sonreir por su cumpleaños. Pero, ¿qué regalarle a alguien que lo tiene todo? Cuando Jamillah le pregunta que quiere, este le pide nada menos que un caballo volador. Ni siquiera el Genio es capaz de hacer eso, así que Jamillah le regala un pequeño caballo con alas de origami, y consigue sacarle..

Mientras cogía algo de fruta, Aladdin suelta al ruiseñor del Sultan sin querer. El Genio cree que puede traerlo de vuelta usando un hechizo, pero no se acuerda donde lo dejó, así que Jamillah and Aladdin corren tras el pájaro. Este acaba en la tienda de un mercader y Jamillah tendrá que usar su móvil para engañar al tendero para recuperar el pájaro.

A Aladdin se le encarga el envío de un collar muy caro. Cuando Jamillah se encuentra con él, chocan y el collar acaba en una alcantarilla! Aladdin sabe lo caro que es el collar, así que, desesperado, se resigna a que tendrá que trabajar de por vida para pagarlo. Por suerte el Genio se mete en las alcantarillas y, tras buscarlo un rato, lo encuentra y Aladdin puede llevar el collar a tiempo.

El Genio, Aladdin y Jamillah están jugando a una versión mágica de fútbol gracias a los poderes del genio. La Princesa ve la ahora mágica pelota flotando y quiere unirse al juego, pero el Gran Visir no la deja salir de palacio. Disfrazada de lavandera, se escapa de palacio para encontrar la pelota, pero acaba siendo golpeada por la misma.

Aladdin descubre que su madre ha vendido la lámpara mágica. Corriendo se marcha a buscar la lampará en la tienda del vendedor de lámparas, creando bastantes problemas. Cuando Jamillah se entera, decide hacerse pasar por una noble, con Aladdin como su criado, para distraer al vendedor de lámparas mientras Aladdin rebusca en la tienda. Sólo hay un problema...hay cientos de lámparas!

Aladdin compra unas "semillas mágicas" en el mercado con el dinero para comida que tenía, creyendo que le harán rico. Sin embargo, nada crece al plantarlas. Tras pedir ayuda al genio, la planta crece! Todo el mundo quiere ver la planta de Aladdin y ser bendecido con riquezas, incluso el Sultán se acerca a ver la hermosa planta.