Una abogada asiste perpleja a la inesperada detención en su propia casa de su hija Julie, que con tan solo 17 años es acusada del asesinato de su profesor de tenis. La policía recoge una serie de pruebas incriminatorias que sitúan a Julie en el lugar del crimen. La abogada se entrega en cuerpo y alma en la defensa de su hija, quien se declara inocente.