Fukigen na Mononokean (The Morose Mononokean)

Hanae era un chico normal y corriente, hasta que poco antes de empezar en la preparatoria se encuentra con algo que parecía un peluche, pero en realidad era un espíritu. Atormentado, busca la ayuda de un exorcista para que le ayude a deshacerse de él.

Ahora que Hanae trabaja para Abeno, se ve obligado a hacer todo tipo de tareas para él. Un día, haciendo una de esas tareas, Hanae se encuentra con un yokai y se relaciona con él a pesar de que Abeno le dijo que no lo hiciera nunca.

Hanae tiene que realizar un nuevo trabajo para Abeno, que consiste en ayudar al sacerdote de un templo que está poseído por un espíritu que hace que no pueda dejar de reír en ningún momento.

Abeno tiene pensado ir al inframundo para conseguir unas medicinas. Hanae se entera de ello e insiste hasta que al final Abeno cede y le deja ir. ¿Con qué cosas y seres se encontrará Hanae en este nuevo mundo?

Nuestros protagonistas siguen de viaje en el inframundo. Entretanto, al legislador le llegan noticias de que Abeno ha contratado a un empleado, por lo que quiere ver por sí mismo si Hanae es válido o no.

Abeno y Hanae tienen la petición de un cliente llamado Manjiro, un yokai que necesita su ayuda para encontrar el anillo de una anciana que lo ha perdido. Este hecho provocará que los dos protagonistas se planteen muchas cosas.

Un antiguo conocido de Abeno ha vuelto a aparecer después de muchos años para volver a jugar con él, el problema es que Abeno no recuerda absolutamente nada de este yokai en cuestión.

Abeno y Yahiko resuelven sus diferencias, quedándose el yokai a ayudar en el templo de Zenko. Pero además, Hanae volverá a encontrarse con un yokai por casualidad y será testigo de la pasional devoción de un súbdito por su enamoradiza princesa.

Cuando Hanae ya piensa que se ha acostumbrado a los yokai, unos clientes humanos llegan hasta Abeno para deshacerse de una presencia algo molesta. Será entonces cuando el chico descubra que a veces es más difícil tratar con humanos, sobre todo si no son abiertos de mente.

Yahiko parece estar teniendo problemas debido a unas papas que comió, así que Zenko les pide a Hanae y Abeno que vean cuál puede ser la solución. Parece que todo se debe a la tierra de cultivo de esas papas, pero no se sabe la razón exacta.

La aparición de un nuevo yokai necesitado de la ayuda de la Mononokean hará que cambien mucho las cosas para Hanae debido a una decisión de la que tal vez pueda arrepentirse en un futuro.

El hecho de que Ashiya ya no pueda ver a los yokai ha hecho que Abeno lo despida para siempre. No obstante, los propios yokai se niegan a que pase eso y deciden ayudarlo a como dé lugar.

Aunque lo niegue, Abeno está desesperado por hacer que Ashiya recupere la visión. Para ello reúne a todos los yokai a los que habían exorcizado juntos para realizar un último intento.