Una Familia de Diez

La familia López se queda sin hogar por un incendio. A causa de la desgracia, los López deben remodelar y volver a empezar. La policía arresta a Plácido por comprar muebles robados.

Plácido regresa a su casa después de haber sido arrestado por la compra de muebles robados. Gaby y Plutarco logran conseguir muebles para la casa, también de dudosa procedencia.

Plácido está preocupado a causa del desbalance económico que han sufrido a causa del incendio. Durante una reunión familiar, Plácido establece nuevas reglas y les exige a todos conseguir un trabajo.

El administrador del edificio notifica a la familia López la venta del edificio donde viven, por lo que deben desalojar el departamento en menos de 24 horas ya que un nuevo súper mercado será construido ahí.

La familia López es notificada de que se les cortará el servicio del agua en su departamento. Los miembros de la familia intentan averiguar quién es el responsable de que les hayan retirado el servicio del agua.

Plácido expresa ante su familia su sentir acerca de la falta de intimidad que existe en su hogar. La nueva dinámica para poder vivir en casa de los López es aportar dinero, de lo contrario deben tomar su turno para poder residir ahí.

La familia López se reúne con Tecla para que confiese la verdad sobre su embarazo. Tecla admite que lo hizo porque le gustó y reitera que lo volvería hacer. Tecla confiesa que fue con Aldolfo y que fueron tres veces.

Plácido se preocupa por una llamada de Don Justo y le expresa a su familia que tendrá una reunión con su jefe. Don Justo va nombrar socio a quien le tenga su café caliente.

En el departamento de la familia López se va la luz y comienzan a suceder cosas extrañas. Tecla es confundida con un fantasma, Don Arnoldo se da cuenta que mientras se fue la luz, han desaparecido sus tamales.

Plácido y Plutarco se muestran muy contentos ante su familia y explican que Don Justo les ha dado sus primeras vacaciones pagadas. La familia López se organiza para salir juntos de paseo a Pepetongo.

Don Arnoldo, mientras duerme, menciona que tiene un tesoro en el pueblo de Apaseo el Grande, Guanajuato. La familia López implementa un plan para la búsqueda del tesoro.

Plácido es despedido de su trabajo a causa de un incidente de Plutarco con Don Justo. Licha, mientras lee una revista, encuentra un artículo de la bruja Madame Patú, experta en la lectura de cartas.

Plácido busca trabajo desesperadamente. El único trabajo que logra encontrar Plácido es vendiendo tamales. Justito invita a su abuelo materno a cenar a su casa. Tecla abandona a la familia López.