Con los golpes de la vida y creyendo que María, su madre, la abandonó Ángeles, se ha con- vertido en una mujer aguerrida que se ha ganado a pulso el apodo de La Loba. La lucha más dura que enfrenta no es por sobrevivir sino por no dejar que muera su alegría y gane el rencor que siente hacia su madre, esa desconocida que según su padre adoptivo la regaló al nacer.