Mi gorda bella

En el dormitorio de un internado exclusivo para niñas en Los Andes, un grupo de jóvenes despiertan alegres y con premura.

Orestes está en su entrenamiento cotidiano, que consiste en correr mientras es perseguido por el jardín por los perros que custodian la casa.

Esperando el anhelado beso, Valentina cierra sus ojos, con el rostro muy cercano al de Orestes. La joven se imagina a ambos vestidos como príncipes.

Valentina le reclama a Orestes la manera sorpresiva de volver en sí, mientras se entera avergonzada de que la caja de regalo contenía chocolates.

Orestes, con unos guantes de boxeo puestos, descarga su furia en un saco de arena, al no lograr simpatizar con Valentina.

Mientras Chiqui relata lo sucedido en su viaje, Ariadna aprovecha para invitar a Valentina a una supuesta fiesta.

Olimpia – intrigada y ebria – intenta abrir la puerta de la habitación de Valentina. Roque trata infructuosamente de impedírselo.

En un vestidor de una boutique, Orestes mira sorprendido el cuerpo desnudo de Valentina, quien desesperada e indignada, logra cubrirse.

Debido al montón de tierra que le han echado encima a Valentina en el comercial, ésta comienza a asfixiarse.

Después del estupor ocasionado por Orestes al llamar hipócritas a sus padres y amigos, el joven les notifica que la gorda se encuentra en la pensión.

Cuando se reponen del impacto, Franklin y Valentina se acercan al motorizado. Descubren que es Orestes, quien yace inconsciente en la calle.

Al no poder soportar más las infamias que Olimpia le dice, Valentina se marcha. Orestes le reclama a su madre.

Tras los insistentes golpes a la puerta, Ariadna esconde a Román en el baño, para luego recibir a Chiqui y a Valentina.

Román chantajea a Valentina con guardar silencio sobre el amor que ella siente por Orestes, si ésta no revela lo sucedido entre ambos.

Los nervios invaden a Valentina al sentirse acorralada por las preguntas de Segundo. Ella oculta sus verdaderos sentimientos hacia Orestes.

Tras haber enfrentado a Olimpia, la tía de Valentina amenaza con un cambio a partir del día siguiente. Dejando a la vil mujer intrigada.

Ante las miradas atónitas de Gladiola y mamá Dolores, Tza Tza concluye que el accidente ocurrido fue un atentado.

Después de hacer el amor, Chiqui le revela a Orestes que coronará a la ganadora del concurso del club y que Valentina participará.

En el pasillo de las habitaciones Villanueva, Valentina y Orestes se separan ante la mirada indignada de Olimpia, quien les prohibe esa clase de gesto

En la sala Villanueva, entre la tensión debido a la insistencia de Muñeca, Olimpia se excusa al no poder llevarla a la casa de su modisto.

Ante la sorpresa de los invitados a la reunión, Valentina enfrenta a Olimpia, exigiendo sean respetados sus derechos como dueña de la casa Villanueva.

En el despacho Villanueva, Valentina le suplica a Olimpia que no le quite su casa. Indignados, Tza Tza, Juan Ángel y Orestes defienden a la heredera.

Infructuosamente Orestes le ruega a Valentina que se quede en la casa Villanueva. La gorda se resiste.

Tras un tierno abrazo, demostrándole la falta que le ha hecho, Orestes le regala una caja de chocolates a Valentina. Ella está muy emocionada.

Insistente, Orestes le pide a Valentina regresar con él a la casa Villanueva. Termina abatido ante la negación de la gorda, quien prefiera estar lejos