En la temporada final, Billy regresa a sus raíces después de que Patty acepta un empleo en un prestigioso bufete de abogados en San Francisco. Juntos intentan enfrentar a una de las industrias más insidiosas de Estados Unidos: la de los opioides.

Patty se encuentra en la cuerda floja debido al comportamiento de Billy mientras que él investiga más a fondo el caso.

A medida que Billy y Sam se vuelven más cercanos, Billy descubre que la industria de los opioides guarda secretos inimaginables.

Billy se esfuerza al máximo para mantener el caso activo, y Sam se cuestiona si haberlo traído al bufete fue una buena idea.

Mientras que Billy enfrenta las consecuencias de su comportamiento, se ve forzado a tener una tregua con un viejo adversario.

Billy y Patty implementan medidas preventivas para proteger a su testigo, mientras que los compañeros en Margolis y True se dividen para fortalecer su caso.

Cuando Patty llama a un testigo sorpresa al estrado, la defensa hace hasta lo imposible para desacreditar la credibilidad del testigo.

En la batalla final contra George Zax, Billy y Patty buscan justicia para las víctimas de la epidemia de los opioides, sin escatimar esfuerzos.