Restaurant to Another World

El restaurante occidental Nekoya atiende a todo tipo de clientes. Desde un hombre lagarto hasta un enorme dragón. Una extraña chica demonio entra de casualidad al restaurante, pero el dueño la encuentra y le hace una pregunta inesperada.

Sarah Gold, una caza tesoros, sigue las indicaciones del diario del legendario caza tesoros William Gold para encontrar la puerta hacia Nekoya. Luego, Tatsugoro, un famoso espadachín, visita al señor Seeleman para devolverle algo que extraña con añoranza.

Thomas Alfade, fundador de la Compañía Alfade, lleva a su nieto a conocer el Nekoya. Luego, la princesa Adleheid, nieta del primer gran emperador, llega al Nekoya con antojo de nubes.

El héroe de la tribu cola azul de los hombres lagarto llega al Nekoya en busca de su anhelado omurice. Por otro lado, una elfa del bosque prueba, aunque dudosa, un filete de tofu por pimera vez.

Un hombre león intenta recuperar su libertad en el coliseo con la ayuda de tazones de cerdo. Una semielfa genio de familia noble, aprendiz del mejor hechizero del reino, es fanática de los postres.

Aletta narra su día a día en el restaurante, y de cómo la papa al vapor con mantequilla se convirtió en su plato favorito. Entre tanto, los comensales habituales discuten sobre cuál es el mejor sándwich.

El mejor navegante del ducado llega al Nekoya tras un naufragio. Por otro lado, una de las puertas mágicas se abre en el territorio de Kuro, otro de los dragones legendarios.

El navegante Rokei y la sirena Arte llegan al restaurante de otro mundo, donde el muchacho se maravillará ante el manjar que supone comer una hamburguesa. Además, también serán protagonistas unas galletas muy especiales.

Dos enanos amigos escalan una montaña ansiosos por comer comida de mar en el Nekoya. Luego, dos hermanos del País de la Arena van al restaurante a refrescarse con bebidas con helado.

La puerta del Nekoya aparece en el reino de las hadas. Tiana, la reina, y otras hadas prueban el crepe con frutas. Por otro lado, Fardania conoce a Christian, el mejor amigo de su padre, quien la introduce en el sabor de los frijoles fermentados.

Un par de sirenas llegan al Nekoya y quedan fascinadas con el carpaccio. Por otro lado, el dueño del Nekoya prepara pasteles de curry para compartir con Aletta y Kuro.

El restaurante celebra un día especial al mes donde sustituye la gratuita sopa de miso por sopa de cerdo, más costosa, pero algo que su abuelo le inculcó. Además, descubrimos la relación del dueño del restaurante con cierto personaje de gran importancia.