Enric Marco fue un deportado que nunca existió, un hombre que durante años fue capaz de mantener una mentira difícil de imaginar: que había sido prisionero en un campo de concentración nazi. Carismático y convincente, Marco presidió de la Asociación Española de Víctimas del Holocausto, donde se convirtió en una figura admirada. Hasta que un historiador descubre que su relato falso.