Todos Queríamos Matar Al Presidente

Un grupo de trabajadores de catering reciben la visita del presidente del gobierno. Las bromas de los trabajadores indignados sobre envenenar al presidente se volverán más peligrosas cuando éste le haga a Rosana una petición muy especial de la bodega: una edición especial de un Dom Pérignon que guardan bajo llave. En un impulso irracional, Rosana decide envenenarle.

Pese a los intentos de Emilio, esposo de Rosana, de que Martínez de Ochoa no se beba la copa envenenada que le ha servido su mujer, el país amanece con una terrible noticia: Martínez de Ochoa, presidente del gobierno, ha aparecido muerto en la habitación de un lujoso hotel donde pasó la noche con Debora Solano, una prostituta transexual que fue la última persona en verle con vida.

La policía investiga a todas las personas alrededor de la vida del presidente. Desde sus seres más cercanos hasta aquellos que sirvieron la comida en la noche de su fallecimiento. Rosana y su marido, Emilio, se encuentran entre los principales sospechosos y están dispuestos a huir de sus casas.

Tras varios días escondidos en un escondido motel de carretera, Rosana y Emilio, que siguen la actualidad desde la lejanía, ven una importante noticia. D.S, la prostituta, ha sido detenida por el asesinato de Martínez de Ochoa. ¿Estarán mandando una inocente a la cárcel o realmente el veneno de Rosana no surtió efecto? Se plantean volver a casa, pero Rosana hará un último descubrimiento.