Buster

Buster va al dentista y tendrá que lidiar con el humor muy particular de su médico. Las desgracias no terminan para el protagonista, pues lo que parecía que iba a ser una noche más de fiesta, terminará rematadamente mal para Buster.

Buster intenta ayudar a Loli, una joven menor de edad, a rehabilitarse para que deje de beber y las drogas. ¿Logrará Buster convencerla para que se desenganche?

Buster aún no ha superado la ruptura con su pareja. Con la intención de ayudarle a pasar página, David le recomienda que practique un ritual purificador. Lo que parece ser una noche de autodescubrimiento personal se complica cuando Buster recibe una visita inesperada.

En un país con una tasa de paro altísima, cualquier trabajo es bienvenido. Incluso el de trabajador de un ‘Glory Hole’. Inesperadamente, Buster descubrirá que uno de sus mayores defectos puede convertirse en su camino al éxito en el sector del porno.

Todos tenemos un perfil bueno, solo tenemos que encontrarlo para destacarlo y reafirmarlo. El de Buster está en sus piernas y gracias a sus gemelos ha conseguido su primer trabajo como doble en el cine de acción.

Buster vende una mochila en Wallapop. Lo parecía una venta fácil para sacarse unas perras podría llegar a involucrarle ¿en un caso de yihadismo?

Buster decide probar un app para ligar. Todo el mundo miente con su foto de perfil, así que él no va a ser menos. Por su puesto, recibirá su merecido castigo.

Buster quiere saber si futuro pinta tan negro como su presente, así que no duda en visitar a un médium para que le eche las cartas. La predicción será casi tan funesta como sus consecuencias. O quizá no tanto...

Como último recurso para mejorar su vida, Buster decide ir a terapia. Lo que no se imaginaba es que su psicóloga seguiría metodologías un tanto "pestilentes".