El Continental

Ricardo León ha crecido con su tío Juan Baena, un capo del Hampa que lleva años dominando el mercado del alcohol. Ahora Ricardo tiene su propia banda y quiere hacerse con el control. Sus planes cambiarán cuando conozca a Andrea, la hija del dueño de "El Continental".

La destilería de Ricardo León ha sido totalmente destruida, sospecha que el culpable es su tío, y aunque no puede demostrarlo, va a pedirle cuentas. Mientras "El Continental", empieza a ser famoso en la ciudad, la noche de la inauguración ha sido todo un éxito. Andrea está muy contenta y Ricardo va a utilizar el nuevo club como tapadera para sus negocios clandestinos.

Ricardo continúa en su enfrentamiento con su tío, que quiere hacerse con El Continental y el nuevo negocio de morfina. Él ha estado detrás de la muerte de Andrés y del padre de Andrea.

Las noticias corren como la pólvora, todo el mundo habla del tiroteo de El Continental. Van a tener que cerrar el club, Andrea cree que alguien quiere el negocio y no está dispuesta a dejarse vencer. Mientras la gitana Belice intenta salvar la vida de Ricardo que está muy grave.

Baena y Mami están prisioneros en su propia casa. Sin que sus captores lo sepan, comienzan a comunicarse con el exterior por medio de palomas mensajeras. Mientras tanto Ricardo quiere empezar la producción de morfina en El Continental pero Andrea no parece muy dispuesta a apoyar a su socio.

Andrea y Ricardo cada día están más cerca el uno del otro, pero los problemas siguen acuciando a El Continental. Rosa está preocupada porque su hija ha desaparecido. Sospecha lo peor y va a buscarla a casa de Baena, ahora rehén de El Rubio. La Mami corre peligro.

Ricardo descubre que Chano está en la cárcel, y va en su busca. También están encarcelados Baena y Rosa que son condenados a muerte. Parece que El Rubio, el nuevo jefe de policía, se va a salir con la suya. Pero Ricardo vuelve a sus orígenes para inquietar a las altas esferas. El estado está preocupado porque el tráfico de morfina se está descontrolando.