Durante la Guerra Civil española el gobierno republicano creó la Junta de Defensa del Tesoro Artístico, con el objetivo de preservar las obras del Museo del Prado y evitar que fueran destruidas en la contienda. La película reconstruye las vicisitudes y el recorrido de esas obras de arte hasta su llegada a Ginebra. Allí se custodiaron hasta su regreso al museo, el 9 de septiembre de 1939.