Tito, El Cocinerito

Tito prepara una exquisita receta de gelatina arco-iris. Sin embargo, todo le sale mal cuando descubren que lo refrigerador  dejó de funcionar, sin explicaciones. Ahora, Tito y Pri tienen que desentrañar ese misterio.

Pri, Olivia y Jonas tienen una tarea diferente: plantar semillas y cuidar las plántulas. A Tito le encanta la idea, a Pri le parece que no nacen nunca y eso la lleva a tomar una decisión radical.

Tito y Bruno se burlan de los miedos de Jonas y Pri. Después de todo, ¿por qué tenerles miedo a las fantasías? Pero, cuando Tito prepara una receta con páprica, los padres de Tito sufren una transformación inesperada y los chicos tienen que enfrentar sus propios miedos.

Tito se supera y hace la torta más bonita que ya había hecho, llena de anís estrellado y queda una verdadera obra de arte, como lo ha dicho su madre. Por eso, Tito decide mantener la torta lejos del alcance de todos. Después de todo, el arte es para ser visto y no comido; Pri y los demás niños no están de acuerdo y se arma la confusión.

Con pepinos en conserva, Tito prepara un sándwich que inspira a Isa a ser aún mejor en los deportes. Pronto, los amigos atletas de Isa también quieren probar el sándwich "del mejor chef del mundo", sobrecargando a Tito con muchos pedidos. ¿Y ahora?

Tito y Pri están animados con el viaje que harán a la playa. ¡Incluso Tito preparó un dulce de coco para el viaje! Pero, el padre de Tito y Pri está demasiado atareado y se olvida del viaje. Pri decide encontrar una forma de ayudarlo a parar de trabajar y que pueda cumplir su promesa, cueste lo que cueste.

Con la carta de la abuela Maga, Tito se inspira a preparar un exquisito pan y le pide ayuda a Pri, pero, la chica se descuida y el fermento, ingrediente más importante de la receta, desaparece misteriosamente. Ella tratará de resolver el problema, lo que les traerá consecuencias a todos.

Cuando los chicos reciben la visita inesperada de un pato muy simpático que adora cole-de-Bruselas, Olívia se apega al animalito y cree que debe haber huído de posibles malos tratos. Pri se pone celosa, pues todos dejan a su amado Caju de lado. Ella insiste que deben buscar al dueño o dueña del patito.

A Isa le encanta superarse en todos los deportes, pero se pone brava cuando pierde un partido de quemados; ni siquiera el chocolate con el ingrediente secreto mencionado por la abuela Maga la puede animar. Entonces, Isa resuelve jugar como "café-con-leche" - o sea, nunca más perderá ni tampoco tendrá que seguir las reglas al pie de la letra. ¡Será el paraíso! ¿Pero, lo será realmente?

En un día de lluvia, Pri, Olivia y Jonas no pueden jugar afuera y por eso, no le dan tranquilidad a Tito para preparar sus recetas. Entonces a él se le ocurre una idea: preparar una receta especial de té, para ayudarlos a todos a calmarse. Después de todo, ¿qué puede salir mal?

Pri quiere participar del "Maratón Escalofrío" - un día especial en que Tito y su madre ven películas de terror, regados a guacamole -, pero ellos insisten que ella es demasiado joven. Sin darse por vencida, Pri ve la película sin permiso, ¡y listo!: no logra dormir.

Al hojear un álbum de fotografías, el padre de Tito y Pri se acuerdan de su pastel favorito, una receta especial de la abuela Maga. Tito resuelve preparar el desafiador pastel como regalo para su padre y todos se disponen a ayudar.

Debido a una remodelación, Pri tiene que dormir en el cuarto de Tito. Ella se siente super inspirada con la idea, le propone millones de juegos y no duda en invadir el espacio y Tito, que sólo quiere preparar guayabada con queso, se siente sofocado.

La casa de Tito y Pri está siempre llena de aromas deliciosos de comida. Pero no cuando un misterioso y horrible olor invade toda la casa. Y no es el queso gorgonzola mencionado por la abuela Maga - es Caju, que necesita un buen baño, pero, no será tan fácil así, pues Pri resuelve ayudarlo a escapar de ese "cruel destino".

El grupo de Tito y Pri está lleno de "raritos", en el mejor sentido de la palabra: cada uno tiene algo original para ser admirado. A medida que se divierten con sus singularidades entre sí, Tito se preocupa: ¿será que él es realmente muy aburrido?

Tito está siempre dispuesto a entrenar sus habilidades en la cocina y su más nuevo reto es hacer girar la masa de la pizza en el aire, como lo hacen los grandes pizzeros. Pero, es más difícil de lo que parece y Tito tendrá su entrenamiento y las consecuencias inesperadas.

Pri tiene celos de toda la atención que Tito recibe de los amigos y de la abuela Maga, que, en esa ocasión, sugiere puré de papa. Y todo es Tito, ¡siempre Tito! Entonces, empiezan a llegar nuevas cartas de la abuela, diciendo que todos deben olvidar las comidas y obedecer las órdenes de Pri, el verdadero centro de las atenciones.

Cuando el padre trae a casa el perro de una tía, Tito y Pri creen que será fácil cuidar al animalito. Sin embargo, la tarea se revela más difícil de lo que se esperaba y pronto el perrito hace de las suyas.

Bruno y Olivia tienen ideas diferentes para la hora de jugar y uno no quiere saber del juego del otro. Todo el grupo, incluso la receta de Tito a base de harina de trigo ¡acaban hechos un lío!

Animados para inventar sus propias reglas en los juegos Jonas y Pri sugieren que Tito debería olvidar las recetas e inventar sus propios platos con el ingrediente del momento: sésamo; pero, la idea no es tan sencilla como parece.

Pri es la más valiente del grupo, y le encanta exhibir su valor a todos. Pero, después de un pequeño accidente, se da cuenta de que muchas cosas pueden salir mal, entonces, empieza a tener mucho cuidado con todo lo que ve por delante.

Tras recibir una carta de la abuela Maga que habla sobre maní, Tito y sus amigos deciden hacer una fiesta temática, con el maní como ingrediente principal. Sin embargo, durante los preparativos, Bruno no parece nada entusiasmado con la idea. ¿Por qué será?

Pri no siempre entiende los chistes del grupo, pero es la primera en descifrar la adivinanza que la abuela Maga menciona en una carta proveniente de Australia. Mientras los demás se esfuerzan para descubrir el ingrediente del acertijo, Pri se cree la mejor.

La galleta de la suerte:Inspirado por la carta de la abuela Maga, Tito resuelve hacer galletas de la suerte con una vieja máquina que pone los mensajes dentro de las galletas. Todos se divierten con las previsiones, menos Isa, que considera la propia suerte aburrida. Por eso, decide cambiar el mensaje de cualquier forma.

¡Qué ricas pastas!Tito lleva la culinaria muy en serio, tanto, que no le gusta cuando Pri, Jonas y Olivia juegan con los fideos que tienen formas divertidas, como el "tornillo" o la "corbata". Con la ayuda de su mamá, Tito descubrirá que llevar su pasión en serio no significa dejar de divertirse.