Grantchester

En 1953, Sidney Chambers, es pastor en el encantador Grantchester, un pequeño pueblo cerca de Cambridge. Pero la aparente tranquilidad de este idílico lugar se rompe con una repentina muerte.

Tras la insistencia de su hermana, Sidney acepta la invitación a la cena de compromiso entre Amanda y Guy. En la cena, mientras Sidney intenta afrontar la situación con demasiados vasos de wishky empiezan a aflorar viejas tensiones entre las amigas del colegio de Amanda y de Jen, que alcanza su zénit con la desaparición del anillo de compromiso de Amanda.

Después de que Amanda y su prometido le pidan a Sidney que oficie su boda, el pastor decide buscar consuelo en el alcohol. Cuando Mrs Maguire le reprende por descuidar sus funciones de párroco Sidney promete olvidar el alcohol y las investigaciones y centrarse en la parroquia. De este modo comienza a ayudar a una vecina de Grantchester a punto también de casarse.

En mitad de la noche un gran incendio de causas desconocidas despierta a los vecinos de Grantchester. Arriesgando su vida Sidney logra sacar de la casa en llamas a una mujer atrapada. Pero las dudas sobre el origen de la catástrofe serán mayores cuando el hombre de la casa aparece apuñalado.

Cuando Sidney y Geordie disfrutan de la noche londinense, aparece Amanda de manera inesperada. Amanda y Sidney aunque empeñados en aparentar que no sienten nada el uno por el otro intentarán disfrutar al máximo. Pronto este momento mágico se rompe con el grito de alguien que descubre el cuerpo inerte de la hija del dueño del local.

Con la boda de Amanda y Guy acercándose cada vez más y su aventura amorosa en Londres, Sidney entra en una gran crisis personal. Aunque tendrá que dejar de lado estas preocupaciones cuando se descubre el asesinato de un policía local. Un nuevo caso que investigará Sidney que le hará dejar un poco abandonadas sus responsabilidades como pastor.