En el pequeño pueblo de Titfield circula el tren más antiguo de Inglaterra, una línea ferroviaria histórica que lo une con la capital de su provincia. Un día el gobierno decide suprimir esta línea ferroviaria en favor de un moderno servicio de autobuses. Los habitantes de Titfield no están dispuestos a perder su estación de tren y unen sus esfuerzos para que siga funcionando.