Belly no es la misma chica que era al final del verano pasado. Es el último día de clases y, después de un año difícil, Belly intenta relajarse con Steven y Taylor, pero algunas cosas son demasiado importantes para dejarlas atrás.

Belly se une a Jeremiah en una búsqueda importante, pero cuando la tensión por su pasado amenaza con interponerse en el camino, tienen que encontrar una manera de sanar sus heridas para ayudar a Conrad.

La casa de verano está a la venta, pero Belly, Jeremiah y Conrad no la dejarán ir tan fácilmente. Mientras Conrad trabaja en un plan secreto, Belly y Jeremiah prueban una ruta más directa. Pero estar de regreso en Cousins ​​​​con los hermanos Fisher significa que Belly no puede escapar de los dolorosos recuerdos del año pasado.

Todo vale en el amor y los juegos de paseo marítimo. Un día de torneo con nuevos y viejos amigos despierta grandes sentimientos en Belly, Conrad y Jeremiah, y conduce a una sorpresa aún mayor que los afectará a todos.

No tienes que ir a casa, pero no puedes quedarte aquí. Belly y sus amigos irrumpen en un lugar familiar para pasar la noche después de que la tía Julia los obliga a dejar la casa de verano. Pero el cambio de escenario obligará a todos a compartir sus sentimientos.

A medida que termina su estadía en Cousins, Belly se encuentra preguntándose: ¿Qué haría Susannah? Haría una fiesta masiva, obviamente. Pero, ¿les traerán las festividades el cierre que necesitan, o simplemente generarán nuevos problemas para todos?

Algunas resacas son peores que otras. Belly se despierta con un recordatorio de los errores que cometió anoche. ¿Pero es demasiado tarde para arreglar todo?

Después de un doloroso hallazgo, Belly, Jeremiah y Conrad quedan atrapados en el mismo cuarto durante la noche. Las emociones aumentan cuando Belly debe considerar el pasado y el presente para decidir su futuro.