Lorca, muerte de un poeta

El gran talento musical del joven Lorca se frustró por el deseo de su padre de que estudiara una carrera. Pero esos años los dedicó a escribir y a disfrutar de la música y, en Granada, frecuenta la tertulia "El Rinconcillo" en el Café de la Alameda.

Emilia Llanos, el gran amor de Federico, y Don Fernando de los Rios animan al poeta a viajar a Madrid. Allí conoce a Juan Ramón Jiménez y se instala en su Residencia de Estudiantes, donde conoce a Buñuel y Dalí, sus dos grandes e inseparables amigos.

Lorca no encuentra quien quiera estrenar su "Mariana Pineda". Rafael Alberti le sugiere que se vaya de vacaciones, y pasa unos días en Cadaqués junto a Salvador Dalí, quien se ofrece a diseñar los decorados de "Mariana Pineda", y es Margarita Xirgu quien la representa.

Ya famoso, Lorca viaja a Nueva York para olvidar a Dalí y Buñuel. La crisis del 29 y lo que Lorca ve en esa ciudad, le impresiona sobremanera. Su viaje a Cuba, antes de regresar a Granada, le devuelve un poco de alegría y comienza su proyecto de teatro con La Barraca.

En 1936 el Frente Popular gana las elecciones y se declara el estado de guerra en Granada para acabar con la república. Lorca escribe "La casa de Bernarda Alba". Su única motivación es escribir para los amigos, a quienes lee sus obras en reuniones familiares.

El alzamiento militar triunfa en Granada y comienzan las detenciones y fusilamientos indiscriminados. El Comandante Valdés es el nuevo Gobernador Civil de Granada y se mantiene en contacto con el General Queipo de Llano, que decide el destino de Lorca.