Kingdom

China, 254 a.C. Shin y Hyou son dos huérfanos de guerra que trabajan como sirvientes y sueñan con convertirse en grandes generales. Pero todo cambia cuando uno de ellos recibe la propuesta de viajar a la Corte Real y servir en ella.

Siguiendo el mapa que le ha confiado Hyou, Shin se dirige a Kokuhimura, donde conoce a Sei, un joven idéntico a Hyou. Y entonces, frente a un confundido Shin, aparece Jo Kan, un asesino que pretende acabar con la vida del Rey.

Rodeados por el ejército enviado por Sei Kyou, Shin y Sei tratan de escapar del asedio con la ayuda del pequeño Ka Ryo Ten. Shin se enfurece al escuchar que Hyou no era más que un doble que usaron como parte del plan de contingencia.

Shin decide usar a Sei para seguir su propio camino y este le replica que no es más que una espada. El grupo se dirige al punto de encuentro con Shou Bun Kun y los partidarios del Rey, pero allí son atacados por un nuevo asesino, Mutta.

A pesar de estar cubierto de sangre, Shin da un paso adelante en medio de la batalla y finalmente lanza un contraataque contra Mutta. Mientras, en Kanyou, el legendario General Ou Ki entrega la cabeza de Shou Bun Kun a la Corte Real.

Shin levanta su espada para descargar toda su ira por la muerte de Hyou sobre Shou Bun Kun, quien llora tras reunirse con Sei. El que le detiene es Heki, quien estuvo al lado de Hyou hasta el final y se ofrece a contar su parte de la historia.

El grupo va al encuentro del rey de las montañas de quien esperan conseguir un ejército para recuperar el Palacio Real. Por el camino, Heki les habla acerca de una gloriosa batalla que simboliza la ferocidad del pueblo de las montañas.

Shin, Ten y Heki tratan de escabullirse para seguir a Sei, quien ha sido llevado solo ante el rey de las montañas. Mientras, el rey de las montañas, Yo Tan Wa, decide rechazar la alianza y decapitar a Sei para cobrarse una antigua afrenta.

La alianza entre los partidarios del Rey y el pueblo de las montañas celebra una reunión estratégica para invadir la Capital de Chin, Kanyo. Sin embargo, sus 3.000 hombres se enfrentarán al ejército de 80.000 reunido por Ketsu Shi.

Finalmente, Shin y el resto del grupo atraviesan Kanyou disfrazados de miembros del pueblo de las montañas. La estrategia parece tener éxito y llegan ante las mismas puertas de la Corte Real, donde tendrá lugar la batalla decisiva.

El cuerpo de ballesteros de Shi Shi, quien sospechaba del enemigo, masacra al pueblo de las montañas. Sei se muestra ante el enemigo para llamar la atención, mientras el destacamento de Shin y Heki trata de llegar hasta la Sala del Trono.

Mientras Shin y sus aliados se precipitan hacia la Sala del Trono, aparece Sa Ji, quien es capaz de acabar con sus enemigos de una sola estocada. A pesar de que sus aliados permanecen inmóviles, Shin se enfrenta a él sin dudarlo.

Shin y los suyos entran finalmente en la Sala del Trono, donde Sei Kyou permanece tranquilo. Es entonces cuando Ran Kai, un monstruo gigante que actúa como mascota y guardaespaldas de Sei Kyou, muestra sus colmillos.

En respuesta a las palabras de Heki, el espíritu de lucha de Shin se combina con su espada para combatir a un Ran Kai desatado. Mientras tanto, Ou Ki aparece de repente ante Sei en medio de la batalla y le dedica una intrépida sonrisa.

Ou Ki se dirige a Sei y le pregunta “¿Qué clase de rey aspira a ser Su Alteza?”. En medio de la tensión, Sei responde “El único Rey del Reino Medio” y al recibir la gravedad de esas palabras, algo brilla en la mirada de Ou Ki.

Después de que se reprima la rebelión y se restituya la paz, el Canciller de la Derecha de Chin, Ryo Fui, regresa de una expedición. Shin no puede ocultar su ira ante su oportuno regreso, pero su presencia le abruma y le deja sin palabras.

Sei, quien pretende unificar los Siete Reinos, invade el país vecino de Gi. Entre las tropas de infantería que se dirigen al campo de batalla, se encuentra Shin, que aspira a convertirse en el mejor general del mundo, como le prometió a Hyou.

La excelente habilidad con la espada de Shin y las tácticas de equipo de Taku Kei mantienen con vida a su unidad. Sin embargo, cuando aparece el escuadrón de carros del que se enorgullece Gi, el ejército de Chin se queda sin escapatoria.

Gracias a la estrategia del misterioso espadachín Kyou Kai y los esfuerzos de Shin, el escuadrón de carros cae derrotado. En respuesta, el general Lord Hyou carga con un gran ejército de caballería, convirtiendo toda el área en un tumulto.

Go Kei, el comandante en jefe de Gi, comienza a moverse hacia la colina donde acampan Shin y los otros. Sin embargo, el legendario general Ou Ki, que no debería haber participado en la batalla, aparece de repente y aplasta al enemigo.

Cuando Shin ve a Ou Ki por primera vez se siente abrumado por su presencia. Mientras Ou Ki observa la batalla que cambia rápidamente debajo de él, asegura que han sido únicamente dos generales los que han provocado esta situación.

Go Kei de Gi cambia de formación en función de la situación desde una posición ventajosa, mientras que Hyou de Chin cabalga la batalla como un fuego ardiente. Finalmente, la batalla entre generales opuestos se decide en combate singular.

Una noche, ante Shin, ascendido a comandante de 100 hombres, y Ten aparece Kyou Kai, otro miembro de la unidad de Shin. Cuando Ten le pregunta por el origen de su fuerza, algo se rompe en Kyou Kai y comienza a narrarles su pasado.

Shin se dirige al Castillo del General Ou Ki para pedirle que le enseñe a hacerse más fuerte. Al principio, Ou Ki no le hace caso, pero la determinación de Shin es inquebrantable y finalmente logra que lo lleve a un lugar de entrenamiento.

Una crisis sin precedentes se cierne sobre Kanyou cuando el ejército del Reino de Sho invade el Reino de Chin. A lo que se enfrentan es al odio del Reino de Sho, cuyos 400.000 soldados fueron enterrados vivos en la Batalla de Chouhei.