Cañas y barro

Puestas en duda las fuerzas del tío Paloma para seguir ostentando el título de primer barquero de la albufera, él y su único hijo, Toni, mantienen una apuesta para ver quién cubrirá primero en barca las tres leguas que les separan de El Palmar, su pueblo. Toni, ante los desesperados esfuerzos de su padre, le deja vencer.

Puestas en duda las fuerzas del tío Paloma para seguir ostentando el título de primer barquero de la albufera, él y su único hijo, Toni, mantienen una apuesta para ver quién cubrirá primero en barca las tres leguas que les separan de El Palmar, su pueblo. Toni, ante los desesperados esfuerzos de su padre, le deja vencer.

Han pasado varios años y en la barraca de los Palomo no hay noticias de Tonet. Tono continúa su lucha por cegar con arena su finca. La madre de Neleta muere y Tono la acoge en su casa. Llegan cartas de Tonet, que ya es cabo y parece feliz de su aventura; Neleta observa que apenas hay para ella una fría mención: "recuerdos a Neleta" y se siente desdeñada.

Han pasado doce años. Toni se llama ahora Tono, Rosa, su mujer, ha muerto, y su hijo Tonet es ya un mozo. Tono muestra a Tonet la parte de laguna que es suya y le cuenta ilusionado que, con el esfuerzo de los dos, podrán cubrirla de tierra y convertirla en finca. Tonet odia el trabajo y prefiere los amores de Neleta o emborracharse con su amigo Sangonereta.

El Palmar celebra su fiesta más importante, la rifa de los lugares para pescar entre los pescadores. La fortuna favorece a Tonet que obtiene "la sequiota", el lugar preferente. Cañamel proporciona a Tonet dinero y las artes necesarias para la explotación y esto los convierte en socios. Todo transcurre con normalidad hasta la noche de San Juan.

A falta del amor de Neleta, carente del abrigo y de la alegría de la taberna, Tonet vuelve a la barraca de su padre y al trabajo. Entre tanto, Cañamel se encuentra cada vez más enfermo por lo que se traslada a Ruzafa, donde le atenderán mejor, siendo acompañado por la tía de Neleta. A los pocos días vuelve la tía a contar a Neleta que la cuñada de Cañamel, la Samaruca, está en Ruzafa.