En este documental exclusivo de dos horas, Kim Kardashian West usa su gran reconocimiento público para abogar por una reforma penal en Estados Unidos. En junio de 2018, Kim usó su influencia internacional para convencer a la Casa Blanca de que tuviera clemencia con Alice Marie Johnson, una bisabuela condenada a cadena perpetua más 25 años por su primer y único crimen no violento.