Aída

Sole llega de visita a Esperanza Sur para pasar unos días con Aída. Después de escuchar una bronca tremenda de Mauricio con uno de sus empleados, este último desaparece. La situación hace que Sole sospeche que Mauricio le ha matado y le está enterrando por partes en la trastienda.

A Paz le proponen un servicio con un futbolista muy famoso. Cuando esto llega a oídos de Luisma, piensa hacer unas fotos en exclusiva para sacar unos euros y olvidar su situación tan precaria. Los servicios de Paz son requeridos por un alto cargo de la Embajada de Italia.

Es el cumpleaños de Aída. Pero no es un cumpleaños más... Se trata de su 40 aniversario, y su vida sigue siendo un verdadero desastre. Paz trata de desafiarla para que dé un cambio a su vida; y sus argumentos calan tan hondo en ella, que nace una nueva Aída. Clases de italiano, capoeira, rayos UVA, relaciones sexuales con negros... Eso sí, abandonando su casa y su familia.

Mauricio convence al hermano de Aída para que se convierta en boxeador con una finalidad nada altruista: el empresario quiere usar a Luisma para ganar dinero en las apuestas previas a los combates.

El dueño del bar Reinols decide presentar su candidatura a presidente de la Junta de Distrito y convence a Chema para que lo apoye en su campaña. El pasional amigo de Mauricio diseña un programa electoral y sale a la calle para ganarse el apoyo de los habitantes del barrio, pero pronto la ética del tendero y la del empresario chocan frontalmente.

Hay cosas que la Ciencia no puede explicar. Una de ellas es lo que le está ocurriendo al culto, refinado y comprometido Fidel, el hijo del tendero, que no puede esconder más sus sentimientos hacia Jonathan, el conflictivo hijo de Aída, dotado de un carácter y unas maneras totalmente contrapuestas a las de su amigo. Por otro lado, la familia Real va a visitar Esperanza Sur.

Inmaculada, sobrina de Mauricio, decide dejar el pueblo por unos días y pasar un tiempo junto a su tío. El dueño del Bar Reinols, ilusionado con la presencia en la ciudad de Macu, ejercerá de anfitrión ante sus vecinos. Todos quedarán sorprendidos por las maneras de la adolescente quien, a su manera, dejará huella en la vida en el barrio.

Aunque Luisma sigue intentando que Paz le corresponda como él cree que merece, este no desecha la posibilidad de acercarse a otras chicas. Por ello, decide hacerse pasar por homosexual para tener más posibilidades de éxito con Bárbara, una de las amigas más guapas de Tony, el hermano gay de Mauricio.

Con la primavera a la vuelta de la esquina, las suaves temperaturas animan a buscar la paz y la tranquilidad en la Naturaleza. Incluso un problema de incomunicación parece tener solución al estar en contacto con el campo, por lo que Aída, que desea pasar más tiempo con su familia, alquilará una casa rural. Pero en el campo, la convivencia no será mejor que en Esperanza Sur.

El rechazo con el que Paz ha respondido hasta ahora a los intentos de Luisma para mantener una relación con ella no ha conseguido que el joven baje la guardia. Pero los planes de boda de la amiga de Aída con Charly, un antiguo novio que la incitó a dedicarse al mundo de la prostitución, provocarán que el ánimo de Luisma se desmorone.

Aída está harta de ver cómo su hermano se escabulle a la hora de realizar las tareas del hogar, y por eso, decide echarle a la calle. Desahuciado, Luisma se topa con dos hippies que, al verle postrado sobre la acera, le confunden con uno de ellos y comienzan a ensalzar su compromiso con la lucha contra el cambio climático.

Esperanza Sur parece haberse convertido en un barrio peligroso después de que Lorena, Eugenia y Aída hayan sido víctimas de un atraco a su regreso del cine. Debido a este suceso se apuntan a clases de defensa personal, pero lo único que aprenderán es a combatir entre ellas para lograr los favores del profesor.

Tras enterarse de que un director cinematográfico tiene previsto rodar una película en el barrio y de que algunos papeles podrán ser interpretados por los vecinos de Esperanza Sur, Paz, Eugenia y Lorena se presentan al casting. Comienza así una guerra entre las vecinas por conseguir el papel.

Manolo, el exmarido de Aída, reaparece por sorpresa en el barrio y comienza a colmar de regalos a Jonathan. Aída, que teme perder el amor de su hijo, trata de acercarse a él mostrando cierta afinidad respecto a sus aficiones, pero el plan no acaba de funcionar.