Un asunto de familia

Emma y Micol viven solas en Roma porque Agostino, compañero de la primera y padre de la segunda, es teniente de la Armada y suele estar en misión. Cuando Agostino acepta el traslado a Livorno, Emma se enfada: es la ciudad donde vive su padre, con quien ya no tiene relación desde que huyó, embarazada de Micol, dieciséis años antes.

En urgencias, la ecografía confirma que Micol está embarazada. La ginecóloga, incapaz de hablar con sus padres, convoca a su abuelo, un hombre importante a quien Micol conoce por primera vez. Preocupada, Micol escapa a Roma para hablar con Federico.

Micol está desesperada porque no quiere al bebé, mientras Agostino y Emma se ocupan del embarazo de su hija y de los problemas de su relación. En la primera revisión, Micol descubre que el feto tiene una malformación que permite la interrupción terapéutica del embarazo.

La hipótesis de que Agostino no es el verdadero padre de Micol se difunde rápidamente y la propia Micol se da cuenta de ello. Emma y Agostino, absortos en sus problemas, a menudo olvidan los de su hija y su difícil camino para aceptar el embarazo.

Agostino accede a someterse a la prueba de ADN para tener constancia de que Micol es su hija, pero esto no revive el matrimonio con Emma, ​​quien, incomprendida e infeliz, regresa a la casa de su padre. Micol, a pesar de los problemas relacionados con el embarazo, se acerca a ambos.

Agostino, cada vez más celoso de Giorgio, engaña a Emma con una amiga de su esposa, Denise, justo la noche en que Micol va a urgencias acompañada de su madre. Cuando se resuelve la emergencia, también llega Agostino y abrumado por la culpa le pide a Emma que se vaya a casa.

La familia Pagnotta se ha recompuesto y el ADN certifica que Agostino es el padre de Micol. Mientras tanto, se prepara un nuevo descubrimiento de paternidad. Esta vez de Federico, que accidentalmente ve a Micol en el conservatorio de Roma y descubre que está embarazada.

Federico decide quedarse cerca de Micol. Emma y Agostino lo conocen. Todo parece encajar, pero Agostino descubre que Emma y Giorgio siguen viéndose, no comprende esa amistad y estalla.

La presencia de Federico socava la tierna relación entre Micol e Ivan, quienes también luchan por afrontar o no la intervención que le permitiría volver a recuperar la audición.

Emma descubre la traición de Agostino y que su padre está gravemente enfermo. Los problemas económicos de la Fundación Liegi también son preocupantes y Emma ya no cuenta con la ayuda de Mario, la mano derecha de su padre, que ha desaparecido.

Emma y Agostino se reencuentran, sin embargo, él decide embarcarse. Necesita un descanso para su relación. Micol a los pocos días de dar a luz acompaña a Ivan para hacerse la cirugía.

Emma se queda sola para enfrentar los muchos eventos que sacudirán su vida en los próximos días. Incluido el nacimiento del niño que la convierte en abuela. No sabe si el nuevo abuelo llegará a unirse a ellas.