Ellas aman, ellos mienten

Los ojos de Salvador se cruzan con los de Ana Isabel. No se conocen. Ana teme repetir la historia de su madre y su abuela pero Rebeca aconseja que se arriesgue a descubrir si Salvador es sincero o no. En la casa de las catiras, tocan a la puerta, Ana Isabel abre y su rostro se transfigura al ver a Salvador.

Salvador se entera que Rebeca era hermana de Ana; y decide irse de allí. Ana, confundida, intenta retenerlo. Salvador le revela a Miguel que la muchacha que murió era hermana de la catira que lo enamoró en la playa. Miguel e Irene se alivian cuando Salvador cuenta que no habló del accidente con la policía. Solo ellos dos saben que fue Miguel y no Salvador quien atropelló a Rebeca.

Ana Isabel no entiende por qué Salvador le dice ...pasó algo en mi vida que me obliga a hacerte feliz... Miguel, le comenta a Irene que siente que no sólo acabó con la vida de aquella joven, ahora está acabando con la de su jefe y amigo. En casa de las catiras, llega el repartidor de una floristería cargando un ramo de rosas rojas, Ana lee la tarjeta, me estás robando el corazón Salvador.

Ana Isabel cree que las rosas se las envía Marco. Dolido, el joven le manifiesta que quiere ser algo más en su vida. Irene se entera por Miguel que la nueva conquista de Salvador es hermana de la muchacha que murió en el accidente. Rosa Antonia, agobiada, le confiesa a su hija que hipotecó la casa.

Ana Isabel mira a los lados en busca de Salvador que le acaba de enviar un mensaje diciéndole que la espera en el instituto. En el banco, le dicen a Rosa Antonia que tiene treinta días para pagar, si no le quitarán la casa. Carlos Eduardo contrata a un detective para averiguar todo acerca de Ana Isabel.

Carlos Eduardo se entera que la casa donde Ana Isabel vive está hipotecada. Marielena molesta por lo ocurrido con su prometido, piensa que en la vida de Salvador hay otra mujer. Las catiras no saben quien es Braulio. Salvador y Ana se presentan en la comisaría, ella desea saber qué han averiguado del asesino de Rebeca.

Ana Isabel pide ayuda a Salvador y a su padre abogado para encontrar al asesino de Rebeca y hacerlo pagar. Salvador se excusa diciendo que su padre es abogado mercantil. Marco está decidido a encontrar al asesino de Rebeca. Ana Isabel se disculpa con Salvador por involucrarlo en la muerte de su amiga Rebeca.

Marielena vio a Salvador en el centro comercial, acompañado de una catira. Para María Teresa, el que Salvador le obsequiara una medalla de la Virgen de Coromoto a Ana Isabel representa una señal divina; él la salvará. Marielena, feliz, le muestra a Federica el anillo de compromiso que descubrió en el bolsillo del pantalón de Salvador.

Marco triste porque Ana volvió a salir con el joven que la pretende. Salvador conoce el porqué de la desconfianza en los hombres de Ana y la sorprende con un anillo de novios. Ella está convencida que su Salvador es el hombre que le va a cambiar la vida, tal y como se lo afirmara Rebeca el día que lo conoció.

Ana Isabel detiene la pelea entre Marco y Salvador. El detective privado le informa a Carlos Eduardo que las Díaz están a punto de perder la casa. El astuto hombre ahora tiene un arma poderosa en su mano; sólo dependerá de Salvador que él se convierta o no en un aliado del banco para ejecutar el embargo. Reinaldo advierte a Salvador que jugar con Ana Isabel y Marielena no va a terminar bien.

Ana Isabel confirma a Marco que es novia de Salvador y su amistad no le da derecho a inmiscuirse en su vida Ana y Salvador en el evento automovilístico. El dueño de un taller competidor reta a Salvador a una carrera. Está a punto de iniciar la carrera. Ana y Salvador se besan.

Salvador celebra la victoria en compañía de Ana Isabel, ella le pide a Salvador que nunca la decepcione. Él se ve atormentado entre el amor que siente por ella y el terrible secreto que oculta. Marielena recibe a Salvador con reproches. Harto de mentir, él acepta que ama a otra mujer.

Salvador logró convencer a Ana de que existen otros hombres rectos y legales como su abuelo Esteban. Braulio comprueba que es hermano de Rosa. Marielena, obsesionada, revisa las redes sociales en busca de pistas que la ayuden a descubrir quién es la mujer en la vida de Salvador

Braulio insiste en reclamar su herencia, la mitad de la casa.Ana Isabel está frente a la capilla que señala el lugar donde murió Rebeca descubre a Salvador llorando. Aunque le resulta un tanto extraña esa reacción, Ana se conmueve y lo abraza.

Marielena le insiste a Salvador para que se amen una vez más, pero él no cae en la trampa. Ana Isabel enfrenta a su abuela Rosa Antonia y a su madre, desea saber toda la verdad sobre el hermano descoocido de su abuela. Marielena cree que Irene es su rival.

Salvador llega a la clínica y se sorprende al ver a Marco y Ana Isabel abrazados. Salvador no le reprocha lo que ha visto y la besa. Ana le confía a Salvador que su abuela tiene un hermano que no conocía. Salvador está decidido a encontrar a su mamá, a pesar de la oposición de su padre.

Salvador necesita escuchar la versión de su madre sobre lo ocurrido. Carmen ayuda a Salvador a buscar a su madre. En el taller de costura ponen en marcha el plan de Ana Isabel. Las mujeres cortan y cosen. Julián y Ramón las apoyan. Salvador desea formar parte de los sueños de Ana Isabel y le pide matrimonio a la joven.

Ana Isabel acepta casarse, pero primero terminará sus estudios e irá a Milán; viaje al que la acompañará Salvador. Salvador encontró a su madre por Facebook. Carlos Eduardo rompe otra vez la relación madre e hijo. Marielena descubre quien es la nueva mujer en la vida de Salvador: su alumna Ana Isabel Díaz.

Marielena ve que Ana Isabel y Salvador se besan. Ana Isabel reflexiona sobre lo ocurrido en los últimos días en su vida: el enfrentamiento con Marielena, que intenta truncar sus sueños; la petición de matrimonio de Salvador y su apoyo incondicional. Pero se mantiene firme, sus sueños son sagrados.

Salvador se sorprende cuando Ana lo acusa de ser el culpable de lo que le pasa. Marielena le revela a Federica que la nueva mujer en la vida de Salvador es una de sus alumnas. Reinaldo se presenta en casa de las Díaz, necesita hablar con Ana Isabel. Salvador visita a Marielena, dispuesto a conversar sobre la mujer de la que se enamoró.

Salvador le pide a Marielena no arremeter contra Ana Isabel, el único culpable es él. Pero Marielena está decidida a desquitarse con la muchacha. Reinaldo se sorprende al saber que Carlos Eduardo le prohibió a Salvador entregarse tras el accidente y le confiesa que su padre está metido en negocios turbios.

Ana desea saber qué le diría Salvador a su profesora. Éste, en voz alta, muy nervioso, dice que pediría respeto para los dos. Ana no entiende pues no sabe que Marielena está en una mesa cerca oyendo. Marielena disfruta, ya que Salvador estuvo a punto de ponerse en evidencia. En el yate, estando en alta mar, Salvador y Ana Isabel hacen el amor.

Salvador se entera de la hipoteca y decide ir al banco. Rosa Antonia recibe una llamada de Braulio, quien promete mandarla a la cárcel si pierden la casa. Salvador enfrenta a su padre para saber por qué quiere dejar en la calle a las catiras.

Los alumnos ven un selfie de Marielena y su novio Salvador. Ana Isabel sale del aula. Salvador amenaza a su padre con indagar en los negocios turbios en los que está involucrado, si no deja en paz a Ana Isabel y su familia. Ana le deja saber a Salvador que ya está al tanto de todos los detalles de su relación con Marielena. Lo odia y no desea volver a verlo jamás.

Reinaldo aconseja a Salvador alejarse de Ana Isabel, pues si ella descubre que él mató a su hermana el dolor será mayor. María Teresa y Ana Isabel deben aceptar que Rosa Antonia tenía razón, todos los hombres son mentirosos. Salvador le pide a Ana Isabel cinco minutos para hablarle y después, si lo desea, desaparecerá de su vida.