Motivos personales

Se celebra el aniversario de los Laboratorios Acosta, es el gran acontecimiento del año al que acude toda la familia Acosta, presidida por su patriarca, Federico.

Arturo, el marido de Natalia y jefe de Investigación de los Laboratorios Acosta, es el principal sospechoso de la muerte de Mara, la secretaria del presidente.

Tras la muerte de Arturo, Natalia lucha por salir adelante. Aparentemente es un suicidio, pero ella está convencida de lo contrario.

Natalia está cada vez más cerca del asesino y, con la ayuda de Virginia, cree haber descubierto la manera de atraparlo: el misterioso confidente tiene las imágenes del criminal entrando en el despacho de Mara, en las que encontrarán una pista que desvelará la identidad del asesino.

A pesar de que las víctimas se multiplican en los hospitales, los médicos no logran dar con la causa de la epidemia.

La cuenta atrás ha comenzado. A Tania no le quedan más de 48 horas de vida, ya que ninguno de los enfermos inyectados con el suero envasado por Prolab ha sobrevivido más de ese plazo de tiempo.

Un nuevo jugador entra en la partida, alguien que quizás pueda ser el asesino y el responsable de todo lo ocurrido: Aganzo, el dueño de Ralson, la empresa de envases farmacéuticos que se ha convertido en dueña del mercado después de la caída de Prolab.

Natalia encuentra por fin un camino para llegar al asesino: descubrir la verdadera identidad de Aganzo, la única persona que le ha conocido y que también está amenazada por él.

Tras la muerte de Aganzo, Natalia investiga la pista que dejó el asesino sobre su tumba: un libro titulado “La Compañía Blanca”.

El asesino inventa un juego macabro: secuestra a Maite y obliga a Natalia a resolver una serie de complicados acertijos para evitar la muerte de su amiga.

El acoso de Ángeles Martorell hacia Natalia es cada vez más intenso.

Un terrible hecho sacude el entorno de los Acosta: Federico ha sido asesinado.

El juicio contra Natalia Nadal por el asesinato de Federico va a comenzar.