Roque Espinosa llega a Buenos Aires para iniciar sus estudios universitarios por tercera vez. Al poco tiempo, se da cuenta de que no está ahí para estudiar. Sin vocación ni rumbo se dedica a deambular por la facultad, a hacerse amigos, a conocer chicas. Una de ellas, Paula, una profesora ayudante de la facultad, es quien lo introduce en la militancia política.