El día dos de octubre del año dos mil cinco, en la ciudad de Lima, Perú, un técnico y veintiún jugadores menores de diecisiete años hicieron historia ganando para México, la primera Copa Mundial de Futbol. Vivimos con el entrenador y su cuerpo técnico, el drama personal de los jugadores, y el empeño diario de todos en la búsqueda de la excelencia para alcanzar la meta codiciada.