Francisco, El Jesuita

Francisco, recién asumido Papa, afronta sus primeras decisiones: ataca la corrupción que aflige al Banco Vaticano y combate la mala imagen que tiene la Iglesia ante los sacerdotes acusados de pedofilia. Los detractores y los conservadores se oponen a las primeras acciones de Francisco de diferentes maneras.

Francisco intenta aplicar el valor de la piedad dentro de la iglesia aplicando tolerancia hacia los divorciados y los homosexuales. La curia conservadora romana, representada por el secretario de Estado del Vaticano, choca con Francisco en sus deseos. Los medios de oposición construyen una estrategia para desacreditar a Francisco.

Francisco intenta zanjar las diferencias en Oriente Medio en busca de la paz. Contra las recomendaciones de los cardenales y de sus allegados, viaja a Tierra Santa para oficiar una misa e invita a los presidentes de Israel y Palestina a iniciar un diálogo por la paz.

Francisco piensa en la conveniencia de la unión de todos los países de América. Para ello, debe zanjar las diferencias históricas entre Cuba y Estados Unidos. Se lanza a una epopeya para que los dos países puedan iniciar un diálogo. Entre 2005 y 2013, Bergoglio regresa a Argentina y desde su lugar, intenta lavar la imagen de una Iglesia que ha perdido fieles.