El Comisario

Pope y Charlie se enfrentan a un nuevo caso de asesinato cuyo modus operandi coincide con otro caso en la zona. Por su parte, Charlie tendrá que hacer frente a una situación insospechada: una joven acude a él asegurándole que es su padre.

Gerardo recibe un paquete con un ojo de cristal ensangrentado. El remitente le adjunta una fotografía con rostros irreconocibles y un mensaje anónimo. Charlie y Pope se encargan de la investigación de un caso en el que se encuentran los cadáveres de dos ecuatorianos que aparecen flotando en un río.

Charlie y Pope se ven involucrados en el fuego cruzado de una guerra entre cruentas bandas organizadas. Por su parte, Charlie, tras conocer que Sofía realmente es su hija legítima, quiere conocerla más a fondo y la invita a pasar unos días con él.

Una mujer descubre el cadáver de un hombre envuelto en plástico dentro de su coche. La víctima lleva muerta un par de semanas y le falta un ojo, lo que induce a los policías a creer que el asesinato podría estar relacionado con un paquete que le enviaron a Gerardo Castilla poco antes.

Un joven ha sido degollado en una sala X. El fallecido llevaba una carta en el bolsillo, lo que pone a Charlie y Pope sobre la pista de una misteriosa mujer que vive en una residencia de ancianos. Ángel y Lucas no entienden por qué una mujer ingresada con quemaduras escapa del hospital armada.

Tras una explosión aparecen un joven calcinado y otro víctima de arma blanca. Uno de ellos resulta ser testigo de Jehová, lo que ayudará a los agentes a resolver el caso. La autopsia practicada a uno de ellos aclara que necesitaba hacerse hemodiálisis todos los días, ya que carecía de riñones.

Charlie y Pope se encargan de la investigación de un extraño caso en el que aparece el cadáver de una mujer, supuestamente asesinada por uno de los propietarios de su inmueble. Ángela y Lucas se encargan del caso de un hombre asesinado por envenenamiento.

Una mujer es apuñalada en su negocio. Cuando llegan los servicios sanitarios, todavía se encuentra con vida y es trasladada al hospital. Allí, Pope comienza la investigación ayudado por Mikel, a la espera de que Charlie regrese de Bruselas.

Un día aparece muerto un vidente que trabajaba en una televisión. Todo apunta a que se trata de un crimen pasional. Entonces, Pope y Charlie descubren que el hombre contrató los servicios de un chico poco antes de morir. Por otra parte, hallan muestras de un tiroteo en un coche accidentado.

Dos encapuchados irrumpen en una vivienda utilizando la violencia, para que los ocupantes les entreguen una droga que no poseen. Todo parece indicar que los ladrones se han equivocado de personas. Pope y Charlie investigan la identidad de los asaltantes.

Ángela y Lucas deben afrontar una difícil situación cuando aparece el cadáver de Daniel, el ex-novio de Elo. La víctima presenta síntomas de haber recibido una paliza y Pope se sitúa en el punto de mira, ya que había tenido problemas con él.

El hombre acusado de asesinar a la última víctima del caso de los anónimos señala directamente a Gerardo como culpable de la trama, lo que hará que se creen muchas dudas en torno al caso. Un joven colombiano muere ahorcado en la habitación de un hospital donde se recuperaba de un accidente.

El juez Lorenzo sufre un atentado del que sale milagrosamente ileso. La explosión viene a confirmar el potencial del psicópata con el que se está enfrentando el comisario Gerardo Castilla. Ángela y Lucas se hacen cargo de un caso en el que un anciano que vivía solo aparece estrangulado.