Cuando en 1996, Ry Cooder viajó a Cuba para grabar un álbum con Ibrahim Ferrer y con los músicos que habían colaborado en el disco Buena Vista Social Club (conocidos como los súper abuelos), Wenders observó a los músicos en el estudio y rastreó sus vidas en La Habana. Después rodó en Ámsterdam, donde la banda dio dos conciertos, y en Nueva York, en el legendario Carnegie Hall.