Infieles

Paula está a punto de celebrar el primer aniversario de su boda. Una oferta profesional de la revista donde trabaja la coloca en la difícil situación de tener que decidir sobre la propia vida, pero una revisión médica rutinaria la advertirá que no tiene mucho tiempo para decidirse.

Lídia todavía sufre la pérdida de Lluís, su marido. Además, el homenaje que los compañeros de profesión le quieren dedicar la obliga a pensar constantemente. La redacción del discurso que tiene que cerrar el acto la conducirá a una profunda crisis con consecuencias límites.

Marina -la hija de Joana- escucha una conversación sospechosa de su padre y se lo explica a Arlet, que prefiere no desvelar el secreto. Por su parte, Arlet se va haciendo cada día algo más amiga de la Dani, con quien encuentra un equilibrio perfecto... al contrario que con su novio, para quién siente mucho afecto, pero de quien no puede soportar que le invada el espacio vital.

Una vez enteradas de la enfermedad de Paula, todas las amigas, excepto Lídia, insisten en que luche y se opere. Paula opta para enseñarle su casa nueva, donde siempre se había citado con su amante. Lo que tenía que ser una cena de amigas se transforma en una discusión sobre la necesidad de operarse o no... El marido de Paula la sigue hasta donde vive y descubre que la chica tiene un amante.

Arlet no entiende como su madre todavía continúa cuidando a su marido después de todo el mal que le hizo. Joana está convencida que Francesc lo engaña. Cruz y Lídia quieren ayudarla a sacar el intríngulis. Paula continúa llamando a Marc, su amante, pero él no le responde.

Paula le dice a Marc, su amante, que se siente feliz de haber encontrado el amor de su vida. Las amigas conocen a Marc, que las hace entender que ama mucho a Paula. Joana está hecha polvo por lo que ha pasado con Francesc, pero es capaz de comportarse con entereza ante las amigas.

Cruz y Joana están en el banco cuando entra un atracador y las amenaza. Lídia no tiene más remedio que reconocerle a Albert que vive una historia de amor con otro, pero le esconde con quien. Gracias a Toni, Lídia descubre el despacho secreto de Lluís.

Arlet le enseña a Víctor el piso que ha alquilado. La radio habla de la lesión de Dani. Víctor marcha a Bélgica y Arlet llama a Dani para verse. Lídia continúa obsesionada con las cintas de Lluís y Marta y no tarda en darse cuenta que toda su vida está llena de mentiras.

Lídia recibe una llamada en el celular: Toni ha tenido un accidente y parece que está muy grave. Eduard y Cruz se visten para ir al entierro de en Raimon. Oriol culpa a Joana del beso que le dio a Peter. Francesc viene a visitar a los niños y Joana le explica que ahora trabaja en un supermercado. Oriol se escapa para buscar a su padre y acaba encontrándose con Cecília.

Toni se instala unos días en casa de Lídia para acabar de recuperarse. El chico va a visitar a su abuela y se da cuenta de que alguien más, aparte de él, la visita. Cruz sueña angustiada porque no sabe si el hijo que espera es o no de Eduard. Robert quiere ver los movimientos de la cuenta de la Abadal y Cruz, para despistarlo, le dice que está embarazada.

Maria le reprocha a Paula que sea una egoísta. Marc sufre al ver que Adrià no quiere quedarse en el piso con Paula. Toni le dice a Lídia que él ya se ha enfrentado con su pasado, y que ahora le toca a ella.

Paula no se encuentra bien y ha anulado las sesiones con el terapeuta. Marc la cuida como puede. Maria se encuentra a Marc, el exmarido de Paula, y por casualidad y le explica que ella y el niño lo están pasando fatal. Lídia recupera su actividad de restaurar muebles.

Joana no puede evitar mostrarse seca con Peter y le pide tiempo para digerir la situación. Francesc se da cuenta que la relación entre los dos no ha prosperado. Marc pide a Paula que se opere, pero ella no sabe qué hacer. Maria lleva a Adrià con Marc para que pase un último día con su padre antes de irse.

Las amigas comentan con alegría y esperanza la decisión de Paula de operarse. Pero el médico le comunica que el tiempo de operarse ya ha pasado. Marc echa de menos su hijo.

Arlet le dice a Dani que ha vuelto a tener el mismo sueño: ella persigue a Marc, pero no consigue atraparlo. Lídia le explica que quizás su sueño se debe al miedo a la pérdida. Paula está hecha polvo. Cruz y Marc, su exmarido, la apoyan, pero ella no reacciona.

Paula parece bastante animada a pesar de que mañana se opera. Dani no acaba de encajar en el grupo. Cruz cree que la presencia de la chica corta el rollo. Dani bebe un poco más de la cuenta y avergüenza a Arlet ante las amigas.