París, años 30. Abel Tiffauges es un hombre ingenuo e introvertido que se identifica más con los niños que con los adultos. Sospechoso de un intento de agresión sexual a una niña, el estallido de la Segunda Guerra Mundial lo salva de la cárcel. En el frente es capturado por los nazis y conducido a Prusia. Seducido por el poder y la estética nazi, vive su condena como una liberación.