Mar de plástico

Es de noche en los invernaderos de Campoamargo, una joven pide ayuda. Es Ainhoa, huye de alguien… desaparece entre los plásticos de los invernadero. A la mañana siguiente aparece la cabeza de la joven. Héctor, nuevo Sargento de la Guardia Civil que acaba de llegar al pueblo.

En los invernaderos Marta sufre un accidente tras activarse el sistema de fumigación y salir un polvo que comienza a ahogarla... Mientras, Lucas está detenido en comisaría por haber mandado mensajes a amenazantes a Ainhoa..

Los vecinos de Campoamargo se despiertan esa mañana con un sorprendente mensaje en sus móviles y ordenadores sobre Ainhoa. Lola y Héctor encuentran el coche quemado la noche anterior, alguien se ha preocupado de eliminar cualquier resto que el vehículo sospechoso pudiera contener.

Héctor encuentra en la escena del crimen un vómito que pide analizar pues cree pudiera pertenecer al asesino. Alguien atrapa a Fara en los plásticos, de igual manera que lo hizo con Ainhoa. Marta reconoce ante Héctor que también sigue enamorada de él pero que no quiere volver a caer.

Alguien espía a Mar mientras se baña en la piscina de su casa… en la cámara del voyeur encuentran imágenes de Ainhoa pocas horas antes de su asesinato. Salva descubre que Agneska tiene un amante, alguien que lleva un tatuaje en el cuello.

Héctor tendrá en su manos pistas que le podrán ayudar a desvelar quién pudo ser haber matado a Ainhoa aquella noche en los invernaderos de Juan Rueda. El único testigo que dijo ver a la hija de la alcaldesa por última vez no sabe nada de lo que pudo ocurrir.

La forense dictamina que la causa de la muerte de Amancio fue por suicidio. Héctor, sin embargo, sigue sin estar de acuerdo y, como primera medida, propone a su equipo investigar cuál de los agentes no se encontraba en su puesto principal el día en el que se suicidó Amancio. Marta encuentra en su casa un Corán guardado en lo alto de un armario. Ante la falta de respuesta de Héctor.

Tras la aparición del brazo de Ainhoa, sorprende el buen estado de conservación en el que se encuentra, sin signos de putrefacción… Los resultados de la analítica forense indican que el miembro ha sido conservado en aceite de oliva, justo en un momento donde Juan Rueda se dispone a hacer la presentación del nuevo aceite cultivado en sus tierras.

Según el informe de la Interpol, el cadáver encontrado pertenece a una joven rusa desaparecida en 1995. Héctor descarta que sea el mismo asesino que el de Ainhoa pues en el modus operandi no coincide, sin embargo, parece que las dos muertes de algún modo están relacionadas: el brazo de Ainhoa y el cadáver de la chica rumana, muerta veinte años atrás.

Juan Rueda ha sido detenido por el hallazgo en los terrenos de su propiedad de una fosa común en la que enterraron los cuerpos de un grupo de jóvenes rumanas que murieron hace 20 años: en aquel momento Rueda traía a esas chicas desde Rumanía para trabajar en España. Murieron dentro de un camión después de sufrir un problema de ventilación.

Después de encontrar restos de ADN en el cuerpo de Ainhoa, Juan Rueda es detenido como autor del asesinato de la chica. Sin embargo, Héctor pide a la jueza que le conceda más tiempo para investigar. La mujer de Francisco cuenta a Héctor que cree que su marido mantenía una relación sentimental con Ainhoa pues la chica le estaba ayudando a preparar una acusación contra Juan.

Héctor y su equipo no parecen tener claro si el asesino de Ainhoa es Juan Rueda u otra persona que trata de confundirlos con pistas falsas. Según la teoría de Héctor, el asesino es hijo de una de las mujeres que murieron en el camión de Rueda. Deben buscar a un joven rumano que ronda entre los 30 y los 40. Por otro lado.

Tras el disparo que ha recibido Héctor, del que afortunadamente sale ileso, Lola, Salva y él continúan buscando a la persona que se oculta tras el nombre de Boris pues éste sigue siendo su principal sospechoso.