Cuando Arthur, de 17 años, es lanzado desde el muelle, Candice se entera de que había cogido una borrachera exprés, algo que ella no había oído antes. El joven sobrevive, pero el caso le toca muy de cerca ya que Candice tiene problemas con Emma, su hija adolescente. Al final, esas mismas dificultades como madre le ayudan a resolver el caso de Arthur.