Un hombre angustiado llega una noche lluviosa a una posada en las montañas. Su mano izquierda permanece enguantada mientras relata su historia a los huéspedes. Tiempo atrás fue un pintor fracasado hasta que adquirió un talismán encantado que le proporcionó grandes éxitos, tanto en su vida personal como en la profesional. Lamentablemente dicho talismán era propiedad del mismo diablo.